Cada vez se vuelve más difusa la línea que separa a las fuerzas policiales de las bandas criminales, por el empuje, tratando de mimetizarse estos últimos como agentes del orden, o pelearles en su propia piel; incluso les sentaría el mote de El diablo viste de Prada si no fuera esta la vida real y está lejos de ser una comedia. ¿Quién es quién? La pregunta obedece a la cantidad de uniformes y elementos tácticos de uso policial que son hallados en poder de bandas criminales en las últimas semanas.
En menos de tres días se realizaron tres operativos policiales donde el elemento común es el hallazgo de uniformes, placas, armas cortas y largas, además de radios walkie talkie, todo de uso oficial de la Policía Nacional.
Ayer, una comitiva policial y fiscal allanó una vivienda en prosecución a un hecho de robo agravado en el distrito de Cecilio Báez, Departamento de Caaguazú, donde se incautó varias evidencias, entre ellos, uniformes policiales.
Según la investigación, los uniformes fueron utilizados en atracos. Los integrantes de la banda lograron escapar de la redada en medio de una intensa lluvia, en un territorio social de Simón Bolívar.
El atraco se produjo el pasado lunes, en una vivienda rural de la compañía Ka’aty Guazú del Distrito de Cecilio Báez, donde resulto víctima Simón Vázquez (72).
Los marginales llegaron al lugar vestidos, con uniforme policial. Tras la huida de los asaltantes en un automóvil, la policía fue alertada, comenzando un rastrillaje que condujo a una vivienda ubicada en el Asentamiento San Luis II del Distrito de Simón Bolívar, donde fue divisado el móvil del atraco. Sin embargo, los marginales fueron alertados de la presencia policial, por lo que abandonaron la casa antes de ser allanada. Se logró la incautación de un automóvil Toyota, modelo Carina, una escopeta, cuatro pares de uniformes de uso policial y cuatro kepis, entre otros.
OTROS CASOS. En la tarde del lunes último, la Policía detuvo a siete asaltantes en Ciudad del Este, tras una persecución y balacera. Los sujetos portaban armas largas, chalecos y vestimentas con insignias policiales.
Se presume que se estaban preparando para un asalto a una transportadora.
Mientras que el domingo fue detenido Alberto Zarza Ramírez, quien cuenta con antecedentes por robo agravado y otros, en Capiatá, sindicado como miembro de una banda de asaltantes. En su poder también se halló vestimenta policial, placas, radio y armas de fuego.
Opinión
Corrupción policial era un “secreto a voces”
El ministro del Interior, Enrique Riera, afirmó ayer que siempre hubo corrupción en la Policía Nacional, pero que “nadie nunca lo dijo”. Admitió “lo mal” que está el país en este sentido, para que se entienda que se necesita “mucho más” en seguridad. “Lo que está pasando en Paraguay, particularmente en el área de seguridad, es un secreto a voces. Nada más que este Gobierno, a partir del 15 (de agosto), decidió no mentir y no cubrir. Entonces, cuando se producen hechos de corrupción, cuando se producen fallas en el sistema, nosotros lo contamos”, dijo.
También reconoció que “obviamente no transmite una buena señal”, ya que la imagen que da la institución policial es que “se cae a pedazos” y que no es tanto así. “Esto siempre fue así, pero nadie nunca lo dijo”, remarcó. Además, sostuvo que en materia de seguridad hay dos frentes de combate, uno que es el frente externo, que tiene que ver con el combate a la delincuencia diaria, y lo otro es dentro de la Policía Nacional, sobre la cual refirió que hay “un proceso de depuración difícil”.
“Cuando identificamos a una persona, a un grupo de oficiales, apartamos la manzana podrida de la sana, porque hay una mayoría absoluta que está comprometida con la institución”, señaló.