29 may. 2025

Crónica de una mamá, ama de casa, artista y empresaria

La mujer del siglo XXI ganó terreno en la igualdad de oportunidades y liberación de género, pero lo que no se sabía es que el trabajo iba a ser el doble o el triple, o resumiendo, multifacético.

Tal es el caso de Nathalia Lemir, quien en su día a día realiza los papeles de madre, empresaria, ama de casa y artista. Para ella ser multifuncional implica mucha responsabilidad, la cual lleva adelante con dignidad, valor inculcado por su padre. “Siempre nos inculcó el valor de las cosas”, refiere. La ex reina de belleza de Miss Paraguay y modelo de Tiempo de Moda estudió Ingeniería en Márketing y Publicidad, Análisis de Sistemas y Paisajismo. Apasionada por las artes y el diseño, desde muy joven se dedicó a la creación y confección, oficio que aprendió de su madre María Cristina, quien tenía un taller de alta costura. A los 20 años se lanzó a la pintura de cuadros, participando de varios concursos nacionales, como autodidacta. MUJER DINÁMICA Para la ex reina de belleza, la creatividad es un método que acompaña al talento y, según ella, “es un don que todos tenemos”. Lemir es una apasionada en todo lo relacionado con diseñar y crear. “Diseño joyas, obras como murales o vitrales de capillas, además diseño paisajismo, labor que estoy llevando adelante actualmente”, comenta Nathalia, quien se desempeña como directora de un Holding de Negocios y Servicios. Además tiene a su cargo la marca Mohardi, donde diseña joyas con perlas naturales y piedras semipreciosas. “Desde pequeña fui amante de las perlas, en el taller de costura hacía pulseras, collares e incluso los detalles de bordados de las ropas y luego tuve la oportunidad de hacerlo realidad”, confiesa. En conjunto con su madre también posee una línea exclusiva de toallas de la marca Emporio Moda Py. INOLVIDABLE EXPERIENCIA Lemir recuerda que el padre Aldo Trento le encomendó diseñar la capilla de la clínica Divina Providencia de la Fundación San Rafael, que alberga a enfermos terminales, ya que no disponían de los fondos necesarios para culminar las refacciones. “Era la última parte que faltaba”, refiere Nathalia, quien es voluntaria de la fundación junto con su mamá hace muchos años. “Participé de algunos bocetos de la fachada y detalles de las rocas que iban a ser esculpidas, y muy dentro mío decía que quería hacer la capilla, que era el corazón de la clínica”, comenta emocionada. Un aire de estilo jesuítico guaraní con láminas de oro que cubre todo el tallado de madera y un vitral que expresa la Divina Providencia, que abraza a cada área de la fundación, fue la idea del padre Aldo, que fue plasmada por la artista mediante donaciones y contribuciones. “Conseguimos hacer la capilla con costo cero”, rememora. En ese lugar, que fue bendecido por el propio papa Francisco cuando visitó el Paraguay en el año 2015, todos los días rezan el rosario y se celebra la santa misa. Precisamente esa experiencia fue la que marcó su vida. Ella se encargó de recibir al Pontífice junto a su pequeña hija Agostina en brazos, con solo tres meses en ese entonces. “Ese día estuvimos desde temprano en la fundación, teníamos la esperanza de ver al Papa aunque sea de lejos”, recuerda y agrega que Francisco no tenía previsto en su agenda oficial visitar el sitio. Nathalia esperó durante cinco horas la llegada del Santo Padre, con su bebé en brazos entre la multitud. Hasta que un periodista, a quien un día antes había dado una entrevista, la vio y solicitó al jefe de seguridad que la deje entrar hasta la puerta de la clínica. Ella no olvida que en ese momento se quedó impactada. “Se acercó con un carisma y aura inexplicable, que cuando bendijo a mi bebé no supe qué decir”, recuerda conmovida.


Nathalia Lemir, una multifacética mujer a quien le apasiona todo lo que emprende, comparte sus logros y una experiencia que le marcó la vida.