La cuestión que enfrenta a los pobladores chaqueños es que se dilapidaron los recursos otorgados para paliar la emergencia en el Chaco por los incendios que azotaron en el verano pasado.
Reimer dijo que en el Chaco y en ese contexto de incendios, los pobladores productores realizaron un esfuerzo económico para enfrentar la crisis.
En cambio, aclaró que Adorno fue una de las autoridades a la que se asignó recursos, que luego no se reasignaron a los ciudadanos ya que existió “dichos fondos de emergencia para el departamento”.
Agregó que dichos fondos debieron servir para mitigar los efectos de la sequía, en la época que la ola de incendios afectó a todo el Chaco.
No obstante, la respuesta de la Gobernación en esa situación difícil fue aprovechar para realizar contratos presuntamente dirigidos.
Una de las adjudicaciones hechas, según las denuncias, fue la realizada por G. 500 millones a Pablina Valdez, para la provisión de un corta fuegos. Valdez supuestamente era pareja del jefe de Recursos Humanos de la gobernación, Claudio Castillo, cuyo hijo Sergio Castillo había ganado una licitación para la provisión de una purificadora de agua, siendo este un comerciante dedicado a los lubricantes. Cabe recordar que el valor de la máquina en cuestión tuvo un precio de G. 800 millones.