La ex mandataria argentina Cristina Fernández, candidata ahora a la vicepresidencia, volvió ayer a los tribunales para seguir escuchando los cargos que se le imputan en el juicio en su contra por presunta asociación ilícita y fraude en la concesión de obra pública durante su mandato.
Se trata de la segunda audiencia de la primera vista oral a la que se enfrenta la actual senadora, que tiene fueros y no puede ser detenida, pero sí juzgada y eventualmente condenada.
Tras la sesión inaugural del martes, que generó enorme expectación, tanto en la prensa como en el panorama político, Fernández acudió a los juzgados federales de Buenos Aires con un bajo perfil, de nuevo sin dar declaraciones a la prensa y manteniendo hasta el último momento la duda de si iría. Y es que el viernes, el tribunal encargado del caso la autorizó a no acudir a las primeras sesiones –en las que se leen las acusaciones– siempre que acredite que se superponen con su labor como senadora. Sin embargo, ayer no hubo sesión en el Senado y finalmente asistió, con escasa presencia de seguidores a las puertas de la sede judicial.
Dentro, y durante las poco más de cuatro horas que duró la sesión, la viuda del ex presidente Néstor Kirchner volvió a sentarse junto a su abogado Carlos Beraldi en la última fila. EFE