Samuel Acosta
@acostasamu
La principal actividad comercial en las ciudades fronterizas está concentrada tanto en la reexportación (ventas de triangulación) como en las importaciones que se hacen bajo el régimen de turismo.
Ya en el informe sobre comercio exterior que publicó el Banco Central del Paraguay (BCP) en julio pasado se observaba que la reexportación, es decir, importar productos –principalmente electrónicos– para volver a venderlos en el Brasil o la Argentina, había caído en un 0,3%.
Esta situación se agravó el mes pasado con las fuertes devaluaciones tanto del peso argentino como del real brasileño y la caída acumulada se amplió a un 7% con relación al mismo periodo del año pasado.
Las reexportaciones hasta el mes pasado sumaron un total de USD 1.936 millones, que es menor en USD 144,7 millones al mismo periodo verificado el año pasado.
De igual modo, el comercio fronterizo que se realiza bajo el régimen de turismo mostró, por primera vez en lo que va del año, una caída de 6,3%.
Acumula al mes de agosto de este año importaciones por USD 1.338 millones, que representa unos USD 90 millones menos que en el mismo periodo del 2017.
crisis. El director del Departamento de Estadísticas del sector externo del Banco central, Gustavo Cohener, dijo que estos efectos se dan por la situación económica que vienen atravesando los países vecinos.
“Las cuestiones de inestabilidad política, la crisis cambiaria, son cuestiones que afectan; pero también hay que considerar que el año pasado se tuvo un movimiento muy fuerte. Estamos comparando sobre una base muy alta, en la que se había incrementado el comercio de frontera de manera fuerte”, recordó.
Ante la consulta sobre cuál es la perspectiva que se tiene para el resto del año tanto en la reexportación como en la importación del turismo, el economista jefe del BCP Miguel Mora respondió que la situación es muy complicada.
“Sobre todo el caso de Argentina, la volatilidad cambiaria hace que cesen las compras que se hacían en frontera, sumadas a la inflación que afecta bastante a los ingresos reales. La situación en el corto plazo por el lado argentino no podría revertirse”, aseveró.
Con respecto al temor de que la depreciación del peso argentino haga repuntar el contrabando, volvió a insistir, como hace semanas atrás, de que este efecto sería momentáneo teniendo en cuenta los niveles de inflación en este país.
“Hubo una remoción total de los subsidios y una liberación en el tipo de cambio en la Argentina, por lo tanto, los costos de producción van a trasladarse rápidamente al precio. Por el lado de Brasil, la situación no es tan complicada y la incertidumbre viene más por el lado político, factor que produce una devaluación del real”, explicó.