EEUU, Chile, Perú, Canadá, Argentina y Uruguay condenaron las detenciones y las órdenes de aprehensión contra el equipo de la opositora, acusada en la víspera de planes desestabilizadores, y quien figura como favorita en las encuestas para las presidenciales, pese a su inhabilitación por 15 años.
Las detenciones constituyen “una acción contraria al espíritu democrático que debe imperar en todo proceso electoral”, dijo la Cancillería de Chile en un comunicado al pedir el fin del “hostigamiento” contra opositores.
En una línea similar se pronunció Argentina al señalar que esto “atenta contra el surgimiento de nuevos liderazgos”, mientras Perú habló de una “creciente limitación al ejercicio del derecho de participación ciudadana de todos los sectores políticos en Venezuela”.
Las detenciones ocurridas un día antes del inicio del proceso de postulación para las presidenciales, en las que Maduro busca un tercer período de seis años, también fueron objeto de preocupación para Canadá, Colombia y la ONU.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, lamentó “cualquier acontecimiento que pueda obstaculizar” el proceso electoral de Venezuela, según el portavoz Farhan Haq.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó las detenciones de opositores e hizo un llamado a la comunidad internacional para que presione al Gobierno de Maduro para la celebración de unas elecciones justas y competitivas.
Colombia también se dijo preocupada por los “efectos” que puedan tener los “últimos acontecimientos” en la “ruta del proceso político en Venezuela”.
Los dos detenidos el miércoles, Henry Alviárez y Dignora Hernández, aún no han tenido comunicación con sus abogados, según denunció el partido de Machado (Vente Venezuela).
En total, son siete los colaboradores de Machado detenidos por supuestos planes “desestabilizadores”.