09 sept. 2025

Crece el misterio por la muerte de Ibarra tras testimonio de casero

Fue uno de los primeros en llegar a la casa y asegura que cuando ingresó, junto a otra empleada, no vio el arma cerca del cuerpo del ex fiscal antidrogas. Sostiene que la mujer es inocente.

“Él estaba boca arriba y tenía dos manchas a la altura de la sien, que parecían moretones y luego había sido supe que eran hoyitos. No había nada de arma, lo único que vi que estaba a un metro y medio era su teléfono, estaba sonando, y una caja de cigarrillo, porque él fumaba mucho”, dijo Máximo Torres, empleado de confianza del ex fiscal Javier Ibarra que murió en extrañas circunstancias.

En una entrevista exclusiva con radio Monumental, el hombre, que se desempeñaba como casero, aseguró que fue para la casa donde residía Ibarra por pedido de su ex esposa y por ello, fue uno de los primeros en enterarse del trágico final de quien también fue viceministro de Seguridad Interna.

”A mí me llamó la ex esposa, Noelia Neuman, a las siete menos dos minutos. Me llamó pidiéndome un favor. Me dijo —como yo vivo a una cuadra—: ‘Haceme, pues, el favor y despertale a Javier, porque parece que se quedó dormido y le llamé varias veces y no atiende’. Mi función era ir a despertar a Javier”, relató el hombre que llegó a la casa ubicada en el barrio Universitario de la ciudad de San Lorenzo.

Torres aseguró que se disponía a tocar el timbre cuando vio a los pocos metros llegar a la trabajadora doméstica de la vivienda, Aída María Villalba, quien la invitó a ingresar a la vivienda, atravesando la puerta de la cocina.

Sostuvo que ambos estuvieron juntos en todo momento, hasta la llegada de las autoridades y niega que la mujer haya llevado el arma con la que se habrían realizado los disparos.

Esto contradice la versión que hasta el momento dan los investigadores de que la mujer, supuestamente, sustrajo el arma y la escondió.

Siguió relatando que cuando ingresaron a la cocina vieron tendido en el piso el cuerpo del ex fiscal; cuando se percató de que el cuerpo ya estaba sin vida, le pidió a la mujer retroceder del área y ambos salieron a la calle para hacer los avisos pertinentes.

LLAMADAS. De acuerdo con su versión, asustado por lo sucedido, tomó su teléfono celular y llamó primero a la ex esposa, luego a una hermana de Ibarra, pero su teléfono se apagó para hacer el aviso a la Policía Nacional, por lo que utilizó el de Villalba, agregó.

“Él estaba boca arriba y tenía dos manchas a la altura de la sien, que parecían moretones y luego había sido supe que eran hoyitos. No había nada de arma, lo único que vi que estaba a un metro y medio era su teléfono, estaba sonando, y una caja de cigarrillo, porque él fumaba mucho”, prosiguió.

Otro de los aspectos extraños para el casero es que la mascota de Ibarra, una perra de la raza bulldog francés, estaba fuera del patio, hecho que el ex fiscal no solía permitir para evitar que entre en contacto con otros perros.

Torres manifestó que Aída María Villalba subió al animal en sus brazos, de forma muy cariñosa.

El empleado presume que probablemente el animal lamió a su dueño o sus pertenencias durante el tiempo en que ya se encontraba muerto y que el mismo habría contaminado luego a la mujer.

La familia Ibarra también cree en la inocencia de la mujer que se encuentra detenida.

Hasta el momento, no se presentaron mayores avances en este caso..


Datos llamativos
¿Dónde está el arma? ¿Qué pasó con el arma? El ex fiscal Ibarra fue hallado con un orificio en la cabeza en donde se incrustaron dos balas, una detrás de otra, según los peritos. La hipótesis más fuerte es que se autoeliminó con una pistola semiautomática calibre 9 mm, la cual sigue sin ser encontrada; sigue siendo buscada por los intervinientes. Su hallazgo es clave para avanzar con las pesquisas en este caso.
Única imputada. Hasta el momento, la empleada doméstica de Ibarra, Aída María Villalba, es la única imputada en la causa por el presunto hecho de hurto especialmente grave, ya que se sospecha que sería la persona que se apoderó del arma. La mujer reveló que esa mañana llegó a la casa de su patrón y ya estaba en el sitio el casero Máximo Torres; juntos entraron a la casa y hallaron el cuerpo.