Son las 18:00 y el bullicio se instala en la inmensa pista de arena que se forma al finalizar varias estrechas calles de Villa Casco del Bañado Sur. Hay bromas y carcajadas en medio de la prisa con que van los niños y adolescentes rumbo al área de concentración. Es la hora que más esperan en el día; la actividad deportiva es el escape de la realidad que les toca sortear en el área vulnerable de la ribera del río Paraguay.
En la cancha de arena y barro los esperan los mentores de la escuela de fútbol: Doña Norma Quintana, coordinadora de todas las actividades sociales en la comunidad, y su hijo Sixto Alejandro Quintana, quien hace de técnico.
El avance del consumo de las drogas en la comunidad, comenta doña Norma, fue lo que motivó para crear la pequeña escuela de fútbol. Es una forma de mantenerlos con la mente ocupada, afirma la mujer.
“Me quebranta la situación de los niños porque hay mucho consumo de drogas. Es triste verle a criaturas de ocho, diez años que ya están fumando. Entonces acá con mi hijo ofrecemos de lunes a lunes la práctica de fútbol, entonces ya se van a sus casas a dormir cansados. Si estamos con suerte después les preparo cocido, cuando me traen donaciones, así al menos no duermen con el estómago vacío”.
Capacitación en oficio
Otro proyecto de doña Norma es lograr que entes como el Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP) pueda llevar cursos para que los adolescentes, y moradores en general, puedan capacitarse en distintos oficios.
Cerca de la escuela funcionaba una institución religiosa, pero se cerró ante los constantes rapiñajes. Quintana afirma que anhela puedan volver a operar para que sea también un espacio de encuentro, charlas y contención para una comunidad con muchas carencias.
Comedor comunitario
Sillas y mesas hechas de materiales reciclados y una larga tela amarilla que hace de pared forman parte de lo que fue el comedor comunitario en el patio de doña Norma. El rincón ahora es silencioso. El fuego de la olla popular, del que dependían cerca de 120 niños, se apagó desde noviembre del 2022 porque dejaron de recibir los insumos que proveía la Municipalidad de Asunción por el periodo de la pandemia.
“Ojalá podamos conseguir padrinos que nos puedan apoyar para seguir dando de comer a muchos niños de la comunidad, sobre todo ahora que ya hay nuevamente crecida del río. La mayoría acá son recicladores y cuando llueve hay poca venta”, afirma la mujer, mientras observa los carteles que en su momento habían colocado sobre la importancia de comer saludable.
De inundarse tanto la canchita como el comedor deberán buscar reubicación. Pero doña Norma se muestra optimista “Dios ko proveerá siempre”, concluye.
Interesados en ayudar pueden contactar con doña Norma al (0982) 928-177 o con su hijo al (0986) 166-479.
120 niños acudían al comedor comunitario que se cerró por la falta de insumos que recibían del Municipio.
10 familias de Villa Casco ya evacuaron en la semana ante la crecida del río. Se refugian en la Capilla Luján.
180 niños y adolescentes forman parte de la escuela de fútbol en Villa Casco, de Virgen de Luján, Bañado Sur.