La Sala Penal de la Corte confirmó la pena de 22 años de cárcel, más 7 años de medidas de seguridad, para un violador de sus 4 hijastros, que había pedido en el juicio oral que le hicieran la castración química porque no podía frenar sus instintos sexuales.
Los ministros Luis María Benítez Riera, Manuel Ramírez Candia y Miryam Peña, rechazaron el recurso extraordinario de casación planteado por la defensa, que quedó ratificada la pena aplicada en el juicio oral.
La defensora pública de Luque, Rosmy Cáceres Achinelli, en representación del condenado, planteó casación contra el acuerdo y sentencia del 7 de julio del 2017, del Tribunal de Apelación de Central.
Este fallo, a su vez, había confirmado la condena dictada en el juicio oral, el 16 de febrero del 2017, por los jueces Pedro Raúl Nazer, Rosarito Montanía y Victoria Ortiz.
Durante el juicio oral, el hombre reconoció que abusó sexualmente a sus hijastras. Según la jueza, la defensa había alegado trastorno mental, por lo que se dispuso una Junta Médica que determinó que el mismo tenía un trastorno sexual. Dijeron que tenía plena conciencia de que el hecho era delito y que podía pedir ayuda antes, pero no lo hizo.
El condenado, en el juicio oral, reconoció que no sentía atracción por las mujeres mayores, sino por los niños y que se acercó a la madre de los menores solo para abusar de sus cuatro hijos.
Según el Tribunal, el acusado señaló que no podía frenar sus impulsos sexuales, y pidió ayuda. “Dijo que la única solución que él encontraba era la castración química, para frenar sus impulsos”.
EL FALLO. La defensa habló de contradicción, falta de fundamentos con lo que pidió anular el fallo. La fiscalía solicitó que se ratificara la resolución atacada.
En forma unánime, entendieron que las resoluciones atacadas se ajustaban a Derecho, por lo que debían ser ratificadas.
Indicaron que la sanción aplicada al autor de los hechos estaba de acuerdo con el grado de reproche de los hechos confesados y probados en el juicio oral.