La intensidad, la cabeza fría y la recuperación de la jerarquía de elementos vitales, como Claudio Aquino y Federico Carrizo, son las claves del buen momento del equipo Azulgrana, que hasta parece que juega con mayor comodidad desde la misma adversidad, mezclando lujos con espíritu combativo en todas sus líneas.
A su vez, el General ofreció dura lucha, siendo un equipo osado que salió a pelear de igual a igual, obligando al Ciclón al error, y siendo efectivo para aprovechar su momento, pero sin la solidez para repeler los embates del Ciclón, que cuando se fue a la carga, alternando elementos, fue demoledor, al punto de incrementar la figura de Gustavo Arévalos que tuvo tapadas importantes.
El Ciclón pisa fuerte en el torneo, crece en lo anímico y muestra signos de una acelerada evolución en su propuesta de juego, en donde la intensidad es clave para salir victorioso.
A su vez, el General mostró un interesante perfil al momento de presentar un argumento ofensivo, pero sin la fuerza necesaria para consolidar la propuesta que lo haga triunfador.
El Ciclón sopló con fuerza, tumbó al General y trepa en el Apertura.
