El estudio, encargado por el Grupo de Industrias de Bebidas de Irlanda (DIGI, en inglés), constató que la ciudadanía bebe alcohol cada vez con más moderación, en sintonía con la tendencia iniciada a principios de este siglo y con los hábitos de consumo de otros países de su entorno.
El análisis indicó que el consumo medio de alcohol por adulto se redujo un 4,5% el pasado año, hasta los 9,49 litros de alcohol puro, y en un 34,3% desde 2001.
La cerveza sigue siendo la bebida alcohólica más popular en Irlanda, hasta alcanzar el 43% de cuota de mercado, pero sigue ganando terreno el vino, con el 28%, y lo pierden las bebidas espirituosas, con el 22%.
El informe de DIGI confirma los datos más recientes de la OCDE, que señaló que, de hecho, el consumo de alcohol en Irlanda se sitúa por detrás del de España, Francia o Austria, entre otros países.
“Estas cifras ofrecen una prueba clara de lo que muchos de nosotros ya sabemos: Los irlandeses beben cada vez más de forma moderada y el consumo continúa la trayectoria descendente que se ha registrado desde el milenio”, destacó en un comunicado el secretario general de DIGI, Donall O’Keefe.
El informe, observó, debería poner fin a los “estereotipos negativos” que ha tenido siempre Irlanda respecto a su cultura del alcohol, cuando en realidad, dijo, las ventas de bebidas no alcohólicas continúan creciendo.
“Esta tendencia a la baja –expuso– también plantea la pregunta obvia de por qué Irlanda sigue teniendo el segundo impuesto especial sobre el alcohol más alto de Europa. Dado que ahora consumimos alcohol a niveles europeos promedio, es lógico que paguemos impuestos especiales a niveles europeos promedio también”.
O’Keefe aseguró que “cientos” de pubs tradicionales y restaurantes en zonas rurales “luchan por sobrevivir” debido a los altos costes, al tiempo que recordó que estos negocios son “centros vitales en sus comunidades” y una “parte crucial de nuestro producto turístico”.
Fuente: EFE.