La consultora CPA Ferrere dio a conocer ayer la actualización de sus estimaciones económicas para fines de 2021 y 2022. La firma espera que para el cierre del año en curso, el producto interno bruto (PIB) crezca en un nivel de 5,2% (por encima del anterior cálculo de 4,5%) y que para 2022 la expansión sea de 4,2%.
Patricia Goto, de CPA Ferrere, indicó que este nuevo panorama más optimista con relación al crecimiento de la economía local se basa en los resultados preliminares oficiales, que muestran una recuperación más rápida de lo esperado inicialmente, y las mejores condiciones climáticas, junto con una mejora del escenario sanitario.
Sin embargo, añadió que existen riesgos asociados al recrudecimiento de la pandemia por nuevas cepas y bajo porcentaje de vacunados, el deterioro del empleo y la pérdida del poder adquisitivo (que responde a los más elevados niveles de informalidad e inflación, entre otros factores) y el abaratamiento regional.
precios. Con respecto a la inflación, CPA estima cerrar el año en una variación positiva de 8,5%, que de concretarse se configura la cifra más alta desde el año 2006. Al respecto, Goto detalló que la suba de precios a nivel local se vio impulsada por factores externos, pero que los riesgos o presiones internas pueden prolongar este escenario.
En ese sentido, explicó que el ajuste del salario mínimo legal en 2022 (estaría en torno al 9% con potencial transmisión al sistema de precios), una política fiscal que se perfila expansiva ante aumentos salariales de ciertos sectores y una reactivación más vigorosa de la demanda agregada pueden ser aspectos que sigan elevando los precios de la canasta en el corto plazo. No obstante, la perspectiva es que los precios vayan cediendo posteriormente y que, para finales del año 2022, la variación del índice de precios al consumidor vuelva a la meta oficial de 4%.