La noticia tiene lugar dos meses después de que su suegro, el rey Carlos III, afirmase él mismo que también padece cáncer y de que la propia Catalina se sometiese a una misteriosa operación abdominal que, seguida de una larga ausencia de los medios, desató todo tipo de especulaciones.
Un año difícil. El inicio del año 2024 ha sido difícil para la monarquía británica, con el anuncio de los cánceres que padecen el rey Carlos III y la princesa Catalina, esposa de su hijo mayor Guillermo.
En un plazo de mes y medio fueron anunciados los dos cánceres, sin especificar su naturaleza en ambos casos.
El estado cercano a la histeria colectiva que reinó en los dos meses sin noticias de la princesa de Gales ha sumido al Reino Unido en la introspección pública ayer, después de que se difundiera el vídeo.
Si bien es cierto que los medios británicos han sido por lo general más cuidadosos que otros a la hora de dejarse llevar por las teorías más disparatadas, tampoco han sido ajenos al clima de presión social en busca de respuestas.
Los expertos coinciden en que el Palacio de Kensington no ha manejado hábilmente la comunicación del caso, pero la gravedad del estado de Catalina ha llevado a algunos a emprender un acto de contrición con luz y taquígrafos.
Solidaridad. Los sentimientos de tristeza, comprensión y solidaridad con la princesa de Gales predominan a las puertas de su residencia oficial, el Palacio de Kensignton, después de que ésta anunciara que está en tratamiento.
Turistas y curiosos se acercaron a Kensington y también al cercano Palacio de Buckingham, donde incluso se pudieron ver algunos ramos de flores y tarjetas con buenos deseos para Catalina.
Un portavoz del Palacio de Kensington dijo que Catalina regresaría a actos públicos “tan pronto como su equipo médico le dé el visto bueno”.
Según la agencia PA, Catalina, Guillermo y sus tres hijos no estarán presentes en la tradicional misa de Pascua con la familia real.
Preocupación. Si algo se destaca es la difícil situación para los niños de la pareja, que acaban de ser informados de la enfermedad de su madre, motivo por el cual, según un portavoz de los príncipes de Gales, la noticia no se divulgó antes.
A las afueras del palacio, los visitantes expresaron además su confianza en que los niños no tengan que vivir la misma experiencia que su padre, Guillermo, con la muerte de su madre en accidente de tráfico en París, cuando él solo tenía 15 años y su hermano Enrique, 12.
familia. El ‘shock’ causado por el anuncio de Catalina llevó inevitablemente a la comparación con el que el rey Carlos III hizo el pasado febrero al informar de que él también sufre cáncer.
“Probablemente sea un impacto mayor para todos (la noticia de Catalina) y esa sea la razón por la que la gente esté un poco más triste, porque el rey Carlos es un hombre mayor, que ha sido muy abierto sobre el tema, aunque confío en que el tratamiento funcione”, dijo a EFE una visitante.
El rey Carlos III de Inglaterra dijo que está “muy orgulloso” de su nuera por “su valentía al hablar como lo hizo” sobre el cáncer que le han diagnosticado. EFE y AFP
