En la medida, que se hace efectiva en Buenos Aires y su densa área metropolitana tras un acuerdo entre administraciones estatal, local y provincial, el Gobierno invita al resto de provincias a que impulsen el mismo congelamiento, puesto que son ellas las que tienen la potestad de hacerlo en sus territorios.
“Es una medida que nos pidió el presidente. Tiene que ver con la revisión de la política de subsidios porque es necesario eficientizarla, transparentarla y dar mayor equidad en el reparto de fondos del Estado”, dijo el ministro de Transporte, Mario Meoni.
BENEFICIADOS. Cerca de 15 millones de personas, según el Gobierno, serán alcanzadas por el congelamiento de precios en los boletos de autobuses urbanos, trenes y el subte (metro) de Buenos Aires.
La medida gubernamental llega poco después de que Fernández tomara la decisión de parar una subida del precio del combustible, en el contexto de la crisis económica que arrastra al país desde abril de 2018.
“La medida que tomó el presidente respecto del no aumento del combustible en este período impacta de modo importante sobre las empresas transportadoras de personas, con lo cual sus costos no van a tener un impacto mayor”, aseguró Meoni.
Recalcó que es una “medida imprescindible” y que no se trata de “120 días caprichosos”, sino que tiene que ver con la revisión de la política de “subsidios integrales”. “Al no tener aumentos (de combustible) es importante un esfuerzo de las empresas en este sentido”, insistió Meoni. Agregó que sí habrá aumentos de los sueldos, los cuales se darán en función de cómo evolucione la inflación.