“Las obras y los libros se hacen con dinero del pueblo. Es el trabajo de cada autoridad de turno y nadie tiene que decir gracias a mí se hizo este libro o esta obra, colocando su nombre. No corresponde y está mal”, precisó.
Indicó que actualmente “se le ensalza a una figura sin necesidad porque se utilizan los recursos del Estado y no de una persona, quien supuestamente hizo la obra o un material impreso”.
Agregó que, de aprobarse el proyecto, se evitaría lo ocurrido con el libro Semillita, donde se hizo mención al ministro Eduardo Petta en el prólogo.
“Yo no sé si ordenó o alguien de su equipo conociéndolo incluyó para quedar bien con él, pero refleja que las autoridades solo piensan en lucirse”, manifestó el diputado.
El proyecto estipula regular la utilización de los fondos públicos para la elaboración de materiales educativos, impresos, escudos, logotipos, informes de gestión y marcas estatales y establece parámetros para los mismos.
De incumplir con la disposición el funcionario incurrirá en una falta y será pasible de una sanción establecida en la Ley de la Función Pública. La ley también dispone distintivos estandarizados y que los mismos deben costar hasta G. 50 millones y solo podrán cambiarse una vez cada diez años.