No pasó mucho tiempo, apenas unas 48 horas, de que el ex senador Óscar González Daher y su hijo Óscar Rubén González Chaves hubieran sido condenados a 7 y 8 años de cárcel, respectivamente, para que hicieran otra macanada.
Ambos, padre e hijo participaron de un acto político en la ciudad de Luque, convocaron a una muy colorada aglomeración y le hicieron un corte de mangas a la sociedad paraguaya. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, el corte de mangas es un ademán de significado obsceno y despectivo que se hace con la mano, a veces extendiendo el dedo corazón entre el índice y el anular doblados. A la vez se levanta el brazo doblado y se golpea en él con la otra mano.
Ese es exactamente el mensaje que nos enviaron los González.
Alardearon de su “poderío” en el centro mismo de su “feudo”, en un acto que se hizo para promocionar, y reconfirmar, la candidatura a concejal de Luque de González hijo, quien quiere ser reelecto.
El ex senador y su hijo fueron aclamados, aplaudidos y vitoreados por operadores y hurreros quienes participaron con gran entusiasmo del mitin.
González Chaves fue condenado muy recientemente a 8 años de cárcel por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y declaración falsa, mientras que su padre fue condenado a siete años de prisión por enriquecimiento ilícito y declaración falsa.
La caída del clan González Daher comenzó hace 11 años, cuando una investigación de ÚH y Telefuturo reveló cómo unos 65 inmuebles del político y su empresa Príncipe di Savoia tenían datos adulterados para evadir tributos inmobiliarios. Aunque se abrió una investigación en base a las publicaciones, las influencias del poderoso senador impidieron que el proceso avance. Pero recientemente, la aparición de unos audios telefónicos hizo posible que finalmente el pudiera ser juzgado, junto con su hijo Óscar.
Pero, ahora resulta que, pese la condena, González hijo tiene serias posibilidades de volver a ser electo concejal por un tercer periodo, porque la sentencia aún no se encuentra firme y será apelada, según ya había anunciado el abogado de la familia, Claudio Lovera.
Esto significa que los luqueños podrían reelegir como concejal el próximo 10 de octubre, a una persona condenada por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y declaración falsa. Y resulta que si lo votan el condenado puede seguir en la Junta Municipal.
Desde el Tribunal Electoral Partidario explicaron que la Constitución Nacional y el estatuto partidario inhabilitan a candidatos con sentencia firme y ejecutoriada, y que recién una vez que este firme y ejecutoriada la sentencia se suspenden los efectos del sufragio pasivo, y si eso llega a ocurrir, va a ser destituido.
Es casi seguro que el fallo va a ser apelado, y que va a llegar hasta la Corte Suprema de Justicia, por lo que ya podemos sentarnos a esperar un buen tiempo a que transcurran un rosario de chicanas, y quién sabe, quizá algún día la sentencia quede firme. Mientras tanto, llegarán las elecciones, González hijo, condenado a 8 años de cárcel por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y declaración falsa puede ser reelecto, proclamado, instalado, e incluso puede llegar a jurar como concejal.
Pese a todo, la histórica condena del ex senador colorado, quien manejó a su antojo y beneficio la justicia nos dio un poco esperanza.
Los González seguirán por un buen tiempo usando y abusando de su poder, y enviando mensajes a toda la sociedad, como el alevoso acto político de la semana pasada.
Pero ya nada podrá ser como antes, se abrió una grieta en el sistema y los paraguayos comprobamos que nos gusta que los políticos corruptos sean juzgados y condenados. Ahora, definitivamente queremos más. Quién sabe, quizá nos conformemos con la impunidad de toda la vida, o nos animamos a dejar de votar a la peor variante del virus Lista 1.