El presidente del organismo internacional, Hugo Idoyaga, el primer paraguayo en ocupar este cargo, dio apertura ayer a la 89 edición de la Asamblea de Delegados Nacionales, que entre varios puntos, discutirán algunos cambios, uno de los más importantes tiene que ver con las normas de vigilancia para la encefalopatía espongiforme bovina, conocida también como la enfermedad de la vaca loca. Solo el año pasado se habían detectado casos en el Brasil y aunque el hallazgo se calificó como una forma atípica, el país vecino se vio afectado en sus mercados, principalmente en China.
Otra modificación es el acrónimo de la OIE a OMSA, teniendo en cuenta que actualmente no hay relación con la denominación de la organización.
Desafíos. En su discurso de apertura, Idoyaga habló acerca de los desafíos que representó la pandemia, así como los efectos del cambio climático en la producción pecuaria, en un contexto en que la demanda aumentará en proporción a una creciente demografía.
Respecto a Paraguay, agregó que está siguiendo las recomendaciones de la OIE y que en general los países siguen trabajando contra la resistencia antimicrobiana.