25 abr. 2024

“Con auditorías tradicionales llegamos tarde para corregir las anomalías”

Reducir índices de corrupción es el mayor reto de las entidades fiscalizadoras, por lo que se debe apuntar a la digitalización, dice el titular de la CGR, tras ser elegido para presidir la organización a nivel continental.

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Elegido. Camilo Benítez, tras su elección en la asamblea realizada en Oaxaca, México.

“El desafío es liderar procesos de control paradigmáticos, como el control del financiamiento político que origina un perjuicio enorme a nuestros países”, sostiene el contralor general de la República (CGR), Camilo Benítez Aldana, tras ser elegido el viernes último como presidente de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores, por el periodo 2023-2025. Por primera vez desde su creación en 1963, la plataforma internacional más importante en materia de control y rendición de cuentas será presidida por la Contraloría del Paraguay, situación que, según Benítez, deja en una posición inmejorable a la institución para lograr los avances necesarios para la lucha contra la corrupción.

-¿Cómo se siente al ser elegido para dirigir nada menos que una organización continental?

--Muy congratulado y lo siento como un reconocimiento a toda nuestra institución, que a lo largo del tiempo demostró calidad profesional y compromiso en la construcción de vínculos de cooperación técnica, científica e institucional. La Contraloría de Paraguay es quizás la entidad más joven de nuestra organización y esto hace que el hecho sea aún más histórico, y es nuestra tarea honrar la confianza depositada por la comunidad de colegas a nivel continental. Estoy seguro que construiremos una presidencia, que impulse una organización moderna, abierta y de gran impacto.

-¿Cuáles son los planes y desafíos inmediatos?

-Hemos presentado un plan de trabajo a consideración de toda la organización. Tenemos una coyuntura histórica a nivel mundial, pues el Tribunal de Cuentas de la Unión del Brasil presidirá a partir de este año la organización mundial de entidades fiscalizadoras superiores (INTOSAI), y la presidencia de Paraguay de nuestra organización continental será sin dudas una oportunidad única para mejorar nuestras competencias en materia de control gubernamental que ejercemos en nuestros países.

-¿En qué aspectos se darán esos beneficios?

-En temas como auditorías coordinadas en materia como el cambio climático, el seguimiento del cumplimiento de nuestras naciones en los objetivos de desarrollo sostenible; la transformación digital de los procesos de control; las herramientas rendición de cuentas y transparencia en las que en Paraguay hemos avanzado mucho para mejorar sustancialmente el gasto público en nuestros países; son solo algunos grandes temas que debemos impulsar desde las buenas prácticas y el conocimiento científico, para que nuestras sociedades sientan el valor del ejercicio democrático que ejercemos.

-¿Cuál cree usted es el mayor reto que enfrentan hoy en día las Entidades Fiscalizadoras Superiores?

-La misión de reducir los índices de corrupción en una región con índices, sin dudas, alarmantes, es el mayor reto. La corrupción pública en nuestros países es un denominador común y estas plataformas internacionales aportan mucha experiencia para encontrar estrategias eficientes en nuestra misión.

-En ese aspecto, ¿cómo está la Contraloría General de Paraguay para avanzar en la lucha contra la corrupción?

-El reto histórico de toda entidad de control es contar con mayores recursos, autonomía e independencia pues vemos que esta es la limitación que aqueja a todos los países, en especial, a aquellas entidades fiscalizadoras de países de menores dimensiones o en los que la democracia sufre limitaciones políticas importantes. El desafío es liderar procesos de control paradigmáticos como el control del financiamiento político, que origina un perjuicio enorme a nuestros países. Y en ese aspecto creo que las auditorías coordinadas son esenciales para medir la situación de nuestros países en materia medioambiental, pobreza y desigualdad.

-¿Cuál cree será el aporte a la Contraloría el hecho de que usted esté al frente del organismo continental?

-Las entidades fiscalizadoras superiores de países con bajos presupuestos, como el de Paraguay, no cuentan con recursos para invertir en talentos que construyan pensamientos estratégicos en materia de innovación y, en esa coyuntura, el aporte de la cooperación internacional es la clave. Todas las iniciativas de cambios, de la manera de hacer las cosas o las buenas prácticas siempre vinieron de la experiencia internacional. Desde la presidencia vamos a hacer todo el esfuerzo para invertir en capacitar a nuestros auditores en distintos países de forma que puedan estar a la altura de la transformación que queremos hacer en Paraguay en materia de fiscalización concurrente y mejorar el control externo.

-¿A qué llama buenas prácticas?

-Por ejemplo, recientemente hemos suscrito con la Contraloría General de Colombia un convenio bilateral para que Paraguay pueda incorporar en sus competencias la implementación de controles concurrentes, utilizando plataformas digitales y el uso de inteligencia artificial para mejorar el gasto público del Paraguay. Estamos a punto de lanzar la Dirección, Información, Análisis y Reacción Inmediata (DIARI). Esta dirección, en caso de que el Gobierno comparta información patrimonial, a través del cruzamiento de dichos datos, podría realizar alertas a los distintos ordenadores de gastos de todo el Estado paraguayo de tal manera a corregir anomalías en tiempo real y no solo realizar auditorías tradicionales a posteriori, que muchas veces llegan tarde y el perjuicio patrimonial al erario público ya nunca se recupera. Debemos seguir apostando a avanzar venciendo esa conciencia de mediterraneidad institucional, que nos aísla de la comunidad de entidades fraternas que formamos.

-Habla de llegada tardía. ¿Qué le falta a la Contraloría para detectar en tiempo y forma informaciones sobre lavado de dinero?

-La digitalización es un paso fundamental y primordial. Con nuestras limitaciones presupuestarias hemos transformado nuestra imagen institucional. Hoy desde el celular podemos acceder a todas las rendiciones de cuentas presentadas por las distintas entidades públicas, los informes finales realizados por nuestra institución, así como a todas las declaraciones juradas de todos los funcionarios públicos, situación antes impensable en nuestro país. Pero, esto es apenas el primer paso. Una de las plataformas iniciales es el control del enriquecimiento de los funcionarios públicos a través de un sistema que acceda directamente a la información que tiene el Estado paraguayo y lo cruce automáticamente. Declaración jurada presentada al entrar y salir de la función pública, con la información que obra en sus pagos tributarios en cuanto a rentas y gastos, para poder verificar si el crecimiento patrimonial es o no razonable.

-¿Cómo se hace actualmente?

-El sistema actual requiere varias decenas de pedidos de informes que tardan meses en ingresar a la Contraloría, atenta seriamente contra la labor que nuestra Carta Magna nos otorga y en especial contra los resultados que la ciudadanía espera.

-¿Es la transformación digital la salida?

-Sí, implementar nuevas herramientas digitales permite el desarrollo de nuevas capacidades de trabajo; las que, a su vez, promueven y facilitan alcanzar un mayor grado de eficiencia, no solo en el proceso auditor, sino también mayor eficiencia al auditar una mayor cantidad de planes, programas, políticas públicas y acciones de los entes sujetos de control. En síntesis: una mayor dimensión de control.

Reducir la corrupción en una región con índices alarmantes es el mayor reto. La corrupción pública es denominador común.

Estamos por lanzar una instancia que apuntará a corregir anomalías en tiempo real y no solo realizar auditorías.

Hemos transformado nuestra imagen. Hoy desde el celular podemos acceder a las rendiciones y DDJJ.

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