“Esta es una de las ventanas de mi casa”, bromea el ingeniero César Cardozo a los visitantes que observan desde el cerro una imponente vista panorámica, que se deja ver entre árboles nativos, dentro de su propiedad, en la ecogranja Ñandu’a ubicada en la compañía Valle Jo’a de Itá.
Desde allí, donde aún se conserva masa boscosa, el ingeniero muestra las nuevas prácticas introducidas dentro su inmueble, para continuar con el objetivo de producción sostenible.
La cobertura vegetal, el uso de abono verde y las pequeñas obras de infraestructura como curvas de nivel y canteros, que reducen la erosión y preparan los suelos para una mejor infiltración del agua de lluvia, mejorando, a su vez, el área de cultivo, son algunas de las acciones en su propiedad.
Estas iniciativas forman parte del proyecto + Verde + Agua, ejecutado por la Fundación Moisés Bertoni (FMB) y la Comisión Nacional de Gestión y Manejo del Lago Ypacaraí y su cuenca (Conalaypa), financiado por Coca-Cola Foundation.
El objetivo es mejorar las condiciones de recarga del acuífero Patiño, en la zona en común con la cuenca del lago Ypacaraí. El modo de ejecución del proyecto es trabajar con pequeños productores de la zona que reciben el asesoramiento técnico y que el modelo de producción sostenible sirva como modelo para que otros productores lo repliquen en sus fincas.
“La ecogranja siempre ha tenido la iniciativa de conservación, y encontrar este proyecto, congruente con lo que estamos haciendo, nos ayuda mucho porque adquirimos nuevos conocimientos de técnicas, nos relacionamos con otros productores y la idea también es servir de modelo para que estas medidas incorporadas los vecinos también vayan implementando” , comentó Cardozo.
En la propiedad de 15 hectáreas, el 60%, afirmó, es masa boscosa.
Mientras que en el área productiva se cultiva la rosella, cebolla blanca de cabeza, y otros vegetales como el zapallo, que a la vez sirve como parte del balanceado que consumen las aves, para la posterior comercialización de huevos caseros. Otra línea de trabajo, independiente del proyecto, es la reproducción de plantas acuáticas que servirán para el tratamiento natural de aguas residuales.
Asesoramiento. El ingeniero Fernando González, encargado del acompañamiento técnico, comentó que las parcelas de recarga del acuífero tienen diferentes estrategias, que van desde la restauración de bosques hasta técnicas de manejo sustentable de suelo y agua en zonas agropecuarias. La iniciativa se implementa inicialmente en las ciudades de Areguá, Capiatá e Itá.
El programa se basa en cuatro componentes, explicó Carla Torreani, gerente de Gestión Sostenible del Agua de FMB. En su componente uno, que son las parcelas experimentales de recarga, el proyecto intervino en cuatro propiedades, como el caso del ingeniero Cardozo, y benefician a 712 personas e indirectamente a 70.000 habitantes.
En los demás componentes figuran articulación de gobierno con la sociedad civil, cambio de comportamiento en el que se trabaja con segregación de residuos sólidos en el hogar y modelo de gestión sostenible de las parcelas de recarga.
Meta. Con el proyecto se busca mejorar la calidad y cantidad de recarga en el acuífero Patiño, a través de un modelo de gestión integrada de cuenca que abarque a su vez a la del Lago Ypacaraí, indicó Ángel Almada Torrás, gerente de Asuntos Públicos de Coca Cola. El proyecto cuenta con la coordinación del GETF (Global Environment & Technology; Technology Foundation).
“El objetivo se logra en alianza con los agricultores, el proyecto les da el asesoramiento técnico y también los insumos necesarios para la implementación, para que los terrenos sean más productivos y sustentables”, manifestó.
El proyecto, agregó, forma parte de una de las iniciativas para reponer a los ecosistemas el agua que la compañía utiliza para elaborar sus productos, marcando la continuidad de la gestión sustentable del agua en las operaciones de la firma en Paraguay que inició en el 2017 en la Biosfera de la Reserva Mbaracayú y benefició a más de 300 familias.