Esto para proteger a la comunidad –rodeada de grandes extensiones de cultivos mecanizados– de los eventos de desastres por tormentas sucedidas en los últimos años que destruyeron casas y cultivos.
El Comité Comunitario de Gestión de Riesgo de Itá Cuatiá entregó 575 plantines frutales, que no solo servirán para proteger del viento, sino que darán alimentos para las familias y 900 plantines de árboles nativos, como cedro, yvyrapytâ, entre otros, explicó Lidia Saucedo, técnica de campo.
Antes de entregar estos plantines se realizaron una serie de capacitaciones con los técnicos forestales sobre cómo preparar el terreno, cómo disponer los árboles, ya que para que cumpla la función de rompeviento no deben ir en hileras simples, sino con un sistema de encastre y los árboles más grandes en la dirección del camino del viento predominante. También el preparado de hidrogel para evitar pérdidas de plantas.
Los integrantes del Comité Comunitario de Gestión de Riesgo trabajaron con un mapa de la comunidad para identificar los principales puntos críticos. El comité se conformó a partir de un trabajo de muchos con Tesâi Reka Paraguay (TRP) que implementa el proyecto Salud Familiar Comunitaria con el apoyo de la Cruz Roja Suiza.
Una de las líneas de trabajo de TRP contempla la “implementación de medidas de prevención y mitigación de riesgos de desastres por tormentas” y específicamente para las cortinas rompevientos forestales o murallas de árboles trabaja en forma conjunto con A todo Pulmón Paraguay y el Instituto Forestal Nacional (Infona) en los departamentos de Caaguazú, San Pedro, Concepción y Canindeyú.