17 may. 2025

Cómo incentivar a un niño que no quiere estudiar

¿Por qué mi hijo no quiere estudiar? La neurosicopedagoga Rocío Miño explica los motivos y cómo se puede lograr incentivar a los niños.

La gran pregunta que siempre les surge a muchos padres es: ¿Por qué mi hijo no quiere estudiar?

Hay que considerar que existen varios factores al respecto. La neurosicopedagoga Rocío Miño explica los motivos que cada niño desarrolla durante esa situación.

“Debemos discernir de un ‘no quiero porque no quiero’, y de un ‘no quiero, porque me cuesta’ y por lo tanto el niño presenta mecanismos de evasión para no realizar la actividad”.

Según la especialista, se debe tener en cuenta que cada niño se desarrolla a su propio ritmo. “A ello hay que sumarle que los niños crecen en distintos entornos donde la familia, sus pares y los profesores influyen también en su comportamiento”, expresa.

Por lo tanto, las razones por las cuales los niños no quieren estudiar pueden ser varias, pueden estar interfiriendo tanto factores cognitivos, como factores emocionales, o falta de límites y rutinas en casa.

MOTIVOS FRECUENTES

Uno de los factores son las dificultades de aprendizaje, donde el niño puede presentar inconvenientes en uno o más de los dispositivos básicos de aprendizaje de tal manera que no puede seguir con el ritmo de la clase. Como así también presentar dificultades a nivel cognitivo como comprender en la memoria de trabajo. “Retener información, almacenarla y poder utilizarla eficazmente cuando sea preciso”, explica.

Los problemas familiares pueden ser otros de los motivos. “Cuando ocurre algo en casa, los niños se ven muy afectados. Ya sea por un problema de violencia, separación de los padres o alejamiento de un miembro del núcleo familiar inmediato o algún otro motivo que afecte al entorno familiar”.

También podrían ser los problemas emocionales en el entorno escolar, como ser el bullying. “Este tipo de situaciones de acoso y de carácter violento hace que el niño sufra problemas emocionales como tristeza o miedo. Este tipo de emociones dificultan que el pequeño pueda centrar su atención en estudiar”.

La falta de motivación suele ser una razón muy frecuente por la cual los niños no quieren estudiar. No se sienten motivados para aprender, y no se esfuerzan en hacerlo pues lo consideran aburrido. “Hay que buscar formas divertidas y educativas de enseñarle en vez de emplear el castigo como método principal”, aconseja la profesional.

Todos estos son factores que afectan a los resultados escolares.

Entonces qué se podría hacer para que los niños generen interés en el aprendizaje. “El aprendizaje del niño se debe plantear por medio de estrategias que hagan que los pequeños se cuestionen las cosas, que vean más allá del objeto, que exploren, se planteen cómo funcionan, qué pueden hacer con ellos, en otras palabras, generar curiosidad y expectativa”, relata Miño.

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