Varios de los senadores admitieron que ya comenzaron conversaciones, aunque otros prefieren mantenerse al margen y dejar a cargo de sus líderes las posibles negociaciones para presidir el Congreso a partir de julio.
El presidente Blas Llano, las veces que se le ha consultado, alegó que en su momento hablaría del tema. Algunos de sus colegas y dentro de su propia bancada admiten que está tratando de hacer mérito para su reelección.
Otro nombre que suena es el del abdista Silvio Ovelar, quien estuvo antes que Llano al frente de la cámara y tendría intenciones de volver. Su compañero de bancada Óscar Salomón sigue acariciando la posibilidad desde que llegó al Senado. Blanca Ovelar en algún momento también expresó su deseo y considera que una mujer tendría que ocupar la presidencia.
En el cartismo tampoco dan el brazo a torcer y el eterno candidato sigue siendo Juan Darío Monges, aunque ahora estaría siendo opacado por Sergio Godoy.
En el bloque de los liberales independientes supuestamente el compromiso sería negociar la figura de Amado Florentín, pero también se menciona que estarían interesados Enrique Salyn Buzarquis y Víctor Ríos.
Hasta en Hagamos se baraja la posibilidad de que Patrick Kemper pueda tener la oportunidad de llegar al cargo máximo que aspiran los 45 senadores. Desde el Frente Guasu, no pierden la esperanza de que la oposición pueda llegar unida ya con miras al 2023, y por ahora se limitan a analizar el escenario.
ARTÍCULO 23. Las aspiraciones son genuinas, dirían los propios senadores con relación a las candidaturas que están surgiendo. Las negociaciones en el Senado se suelen intensificar ya a inicios de junio, pero la última palabra no está dicha hasta que finalmente se vote y algún elegido obtenga los 23, o con suerte más votos.
Ningún partido político por sí solo llega, por lo que sí o sí necesita de otros sectores. En las últimas negociaciones, el pacto abdocartollanista eligió a Llano como titular.
Algunos consideran que este año no sería la excepción, atendiendo que entre los propios liberales las diferencias son insalvables y se acentúan con la decisión de su presidente Efraín Alegre de echar a los referentes llanistas del Directorio.
Esta situación hace impensable que la oposición llegue a un acuerdo, lo que da nuevamente chance a colorados y liberales del llanismo, aunque las sorpresas nunca se descartan, dependiendo de la habilidad de la negociación, y sobre todo de las ofertas que puedan darse.
Días pasados, una mayoría ajustada de liberales y colorados, en forma dividida, designaron a un nuevo ministro de la Corte, César Diesel, quien inmediatamente obtuvo el acuerdo del presidente Mario Abdo Benítez, que dejó molesta a la oposición.
Este se considera como un primer indicio de la posible reedición del pacto abdocartollanista.