Esto implica apoyo de recursos para agencias federales tanto en territorio norteamericano como en los países de la región.
El Gobierno de Biden había expresado el cambio de su política de seguridad interior poniendo énfasis al combate a estas dos esferas: Corrupción y lavado de dinero. Estos pasarán a ser considerados como crímenes en materia legal que afectan la democracia.
Considera que el esquema de corrupción está vinculado al lavado de dinero y debilitan las instituciones democráticas. Además de sus vinculaciones con redes de terrorismo y narcotráfico.
Entre los planes que serán impulsados por el Gobierno norteamericano contemplan la cooperación a los gobiernos y a las organizaciones civiles.
Estados Unidos concentrará su acción en el control financiero y de los negocios para exigir transparencia en las transferencias internacionales y activos económicos de las corporaciones.
En su posicionamiento, las autoridades norteamericanas sostienen que las personas vinculadas al lavado de dinero suelen utilizar el esquema en emprendimientos inmobiliarios y empresas fantasmas para blanquear el dinero sucio. Considerarán responsables legalmente a todos los bancos y las firmas que faciliten el lavado de dinero. El presidente conversó durante dos horas con el encargado de Negocios de Estados Unidos sobre las acciones que viene realizando el gobierno paraguayo. La visita se da en momentos en que la Fiscalía inicia investigación al ex presidente Horacio Cartes, luego de la denuncia del ministro Arnaldo Giuzzio, sobre un esquema que implicaría contrabando y lavado.