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BOGOTÁ, COLOMBIA
Colombia requiere la compra de material bélico disuasivo que le permita defender su soberanía ante amenazas expansionistas y territoriales de sus vecinos, aunque sin entrar en una carrera armamentista, reveló un informe del Ministerio de Defensa conocido ayer.
El informe de la Dirección de Estudios Sectoriales no mencionó directamente a ningún país como posible agresor, pero fue elaborado en octubre, en medio de la crisis diplomática de Colombia y Venezuela.
La crisis, que aún persiste, surgió en julio por la decisión del presidente Álvaro Uribe de firmar un acuerdo militar con EEUU que permite a soldados de ese país usar siete bases en suelo colombiano para realizar operaciones contra el narcotráfico y el terrorismo.
“Teniendo en cuenta el cambio en el entorno estratégico regional, la tendencia a la polarización política y las aspiraciones expansionistas por algunos países, tanto en términos ideológicos como territoriales, surge la necesidad de hacer un mayor énfasis en la protección de la soberanía nacional”, dice el informe.
“Sin que signifique entrar en una carrera armamentista, Colombia debe adquirir una capacidad disuasiva creíble que le permita convencer a un adversario potencial que en caso de una agresión el costo a pagar sobrepasa los eventuales beneficios del ataque”, agregó.
RIESGOS DE AGRESIÓN. El ministro de Defensa, Gabriel Silva, admitió hace poco que Colombia enfrenta el riesgo de una agresión militar externa y reconoció que comenzó a preparar una estrategia de disuasión mínima para defender su soberanía, lo que podría afectar su lucha contra la guerrilla y el narcotráfico.
El análisis del Ministerio de Defensa recomendó adquirir material de defensa aérea, de neutralización de blindados y equipos para fortalecer la capacidad de vigilancia y mejorar el control de las fronteras.
Venezuela compró en los últimos años más de 4.000 millones de dólares en armas rusas, incluyendo fusiles y 24 jets de combate Sukhoi.
Más recientemente, Rusia le otorgó un financiamiento por 2.200 millones de dólares para la compra de 92 tanques T-72 y un avanzado sistema de misiles antiaéreos S-300.