La Ilíada, la primera obra que llega a los lectores, es un poema épico que relata el último año de la Guerra de Troya, donde Aquiles, el más valiente soldado griego, vuelve al combate en busca de venganza. Homero evoca conceptos tan centrales en la cultura griega antigua como el regreso, la gloria, el respeto, la ira y el destino.
La Odisea, que llegará el domingo 19, narra la travesía de Ulises en su viaje de regreso a la isla de Ítaca, después de la Guerra de Troya, enfrentando en su camino a sirenas, monstruos, hechiceras y tempestades. Finalmente llega a la isla para encontrarla en un inmenso conflicto, que se ha creado porque lo suponen muerto. Para recuperar lo que ha sido suyo, deberá recurrir a su inteligencia, bondad y valentía.
La Divina Comedia, que saldrá el domingo 26, describe el descenso de Dante al infierno con Virgilio como guía. Su ascenso al Monte Purgatorio y el encuentro con su amor muerto, Beatrice; y su llegada al cielo.
Los tres clásicos imperdibles son una minicolección para estudiantes y lectores en general.
Más literatura. El Paraguayo (Un hombre fuera de su mundo), de Saro Vera, es otra propuesta que prepara su salida el lunes 13, a G. 50.000 (ejemplar, G. 6.000). “El paraguayo es tímido, sí, quizás sea koyga, como decimos en guaraní. Junto a la timidez, lleva en sí un gran orgullo. Increíblemente es un hombre inseguro. El paraguayo es optimista porque acepta la vida con sus dos caras: La del bien y la del mal. Y así el autor nos lo va pintando de manera singular. Mientras repasa unos comunes ñe’ênga (dichos), podemos concluir que ivai la kuádro, he’i kururu omañáro espéjope, dicho que se aplica a una situación pesada”, dice una de las descripciones de la obra que trata sobre la forma de ser del paraguayo.
Saro Vera Troche fue un religioso paraguayo que nació el 6 de octubre de 1922 en la compañía Rosario Tatuy, Caazapá, de una familia campesina de profunda religiosidad popular. Siendo en su momento uno de los sacerdotes mejor preparados, fue trasladado al Guairá en donde siente que fracasa al no poder entender al paraguayo. Decide observarlos y de estas observaciones surgió esta obra y muchas otras inéditas a la fecha.
En el libro, Vera refiere que al paraguayo le encanta el poder y es como un cacique en un estado civilizado. Lo descoloca la riqueza, el que alcanza cierto nivel económico sufre un cambio, tal que resulta difícil reconocerlo después de un tiempo. El autor distingue en sus compatriotas tres leyes fundamentales de conducta: El mbarete, el ñembotavy y el vai-vai. Con estos elementos, radiografía la cultura social con la atenta mirada del antropólogo, pero también con la riqueza del observador que conoce de adentro, vitalmente, lo que narra en crónica.