07 ago. 2025

Cóctel tóxico

Por Guido Rodríguez Alcalá

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Hacia finales de junio pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el herbicida 2,4D era “posiblemente cancerígeno”. La declaración llegó tres meses después de que la OMS hubiera declarado “probablemente cancerígeno” a otro herbicida, el glifosato. Esto viene a ser una reevaluación de ambos productos, considerados menos tóxicos en evaluaciones anteriores de la OMS.

Como consecuencia de la nueva evaluación, Colombia decidió dejar de usar el glifosato en sus fumigaciones contra el narcotráfico. Francia y Holanda lo prohibieron y otros países podrían adoptar una decisión similar. La EPA, la agencia ambiental norteamericana, que aprobó su uso hace años, emprenderá ahora una evaluación del impacto ambiental del glifosato.

Hace unos veinte años, cuando comenzó a utilizarse con los cultivos de organismos genéticamente modificados (OGM), el glifosato daba buen resultado. Con el tiempo, surgieron malezas resistentes al producto, que se debió usar en cantidades cada vez mayores. Pero ni eso bastó: para 2012, el 51% de los agricultores norteamericanos tenían yuyos resistentes al glifosato en sus plantaciones. Entonces se debió recurrir a los cócteles de herbicidas. Hacia octubre del año pasado, la EPA autorizó el uso conjunto del glifosato y el 2,4D, y fue criticada por eso.

Para ciertos grupos ecologistas, el 2,4D es más tóxico de lo que dice la OMS: no es posiblemente sino probablemente cancerígeno, y, además, provoca otras enfermedades, aparte del cáncer. Por eso, el herbicida está prohibido o restringido en otros países. Además, tiene mala fama por ser un ingrediente del herbicida llamado Agente Naranja, utilizado por el ejército norteamericano en la guerra de Vietnam, para destruir los bosques y los cultivos del enemigo; así provocó miles de muertes, enfermedades y malformaciones genéticas. Por eso, el Gobierno norteamericano, a partir de 2012, comenzó a limpiar Vietnam de los residuos tóxicos dejados por aquellas fumigaciones.

En teoría, el Agente Naranja tenía dos ingredientes: el 2,4D (50%) y el 2,4,5T (50%); en realidad tenía tres, siendo el tercero la dioxina, uno de los venenos más peligrosos conocidos; el causante del desastre en Vietnam. La dioxina aparecía como un subproducto indeseable en la fabricación de los otros dos: era muy difícil producirlos sin producir también aquel veneno. Las dificultades continúan: en un estudio posterior, la EPA halló que el 25% del 2,4D analizado por ella tenía residuos de dioxina. Por otra parte, al autorizar el uso conjunto del glifosato y el 2,4D el año pasado, la EPA admitió que con eso no se resolverá el problema a la larga, y que la combinación de los dos productos tendrá que aumentarse en cantidad cada vez más a causa de la creciente resistencia de los yuyos. En otras palabras, cada vez se echará más dioxina al medio ambiente

Este es un motivo de alarma para todos, y más aún para los paraguayos, ya que su Gobierno ha reconocido que no puede controlar las fumigaciones con agroquímicos.

Lo que sí puede hacer y hace es permitir el uso de cuanto nuevo OGM o pesticida se inventa.