EFE
Las crías de ambos sexos, que ahora tienen aproximadamente un año de edad, pasaron por un proceso de adaptación y cuidados en el Zoo Nacional que concluyó de manera “satisfactoria”, según explicó el director de esa institución, Miguel Abud Soto, citado por la estatal Agencia de Información Nacional.
Abud aseguró que los reptiles se encuentran en perfecto estado de salud y que los técnicos cubanos les aplicaron “al pie de la letra” las medidas restrictivas y sanitarias recomendadas por el Instituto Nacional de Veterinaria, luego del largo viaje en un vuelo que los llevó desde Estocolmo a La Habana.
El propio director general del parque Skansen-Akvariet, Jonas Wahlström, acompañó a los animales en su traslado a la isla en abril pasado junto a su hija Ana Wahlström, bióloga y subdirectora de esa instalación.
Según relató Wahlström, estos reptiles son descendientes de una pareja que el ex presidente cubano Fidel Castro regaló al cosmonauta ruso Vladimir Shatalov, quien visitó la isla en 1978 y se los llevó al zoológico de Moscú, que después los donó a Suecia en 1981.
El cocodrilo rhombifer, que tiene una de las distribuciones más restringidas del mundo, es originario de Cuba, donde hay unos 10.000 ejemplares en criaderos instalados en la Ciénaga de Zapata, al sur de la provincia occidental de Matanzas, y en la Ciénaga de Lanier, en el municipio Isla de la Juventud, al suroeste de La Habana.
Este lagarto cubano está protegido por las normas de la Convención Internacional para el Comercio de las Especies en Peligro de Extinción, CITES (por su sigla en inglés), un organismo que las clasifica por el grado de amenaza de desaparición.
