Según la plataforma cívica Opora, cuando faltaban 4 horas para el cierre de los colegios, la participación en todo el país era del 36,2%.
Por precaución, no se celebraron los comicios en unas 120 localidades leales a Kiev próximas a la línea de separación de fuerzas en la zona del conflicto, que, de acuerdo con la ONU, ha causado más de 8.000 muertos desde abril del año pasado.
La mala nueva para las autoridades ucranianas fue que tampoco abrieron los centros de votación en las ciudades de Mariupol y Krasyoarmeisk, ambas en la región de Donetsk, debido a que las comisiones electorales se negaron a recibir las papeletas con el argumento de que contenían errores de impresión. “Lo ocurrido en Mariupol es completamente inaceptable”, declaró en Kiev a pie de urna el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, quien anunció una investigación para depurar responsabilidades. efe