El aguacero rompió dos represas del río Wadi Derna en la noche del día señalado y un potente torrente, parecido al de un tsunami, arrasó barrios enteros y destruyó puentes para después avanzar hacia el Mediterráneo.
La riada dejó muchas carreteras cortadas, lo que dificulta el acceso al lugar de la catástrofe.
Las autoridades que controlan el este de Libia, un país donde hay dos gobiernos rivales que controlan distintas partes del territorio, informaron que se registraron 3.800 muertos, pero temen que haya muchas más víctimas.
La zona oriental del país, donde ocurrió el desastre, está bajo control de autoridades que no están reconocidas por la comunidad internacional.
Un alto cargo de la Federación Internacional de Sociedades que agrupa a la Cruz Roja y a la Media Luna Roja (FICR) informó que hay una cifra “enorme” de muertos, que puede alcanzar varios miles de víctimas fatales, con 10.000 desaparecidos.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó que al menos 38.640 personas fueron desplazadas en las zonas más afectadas del noreste de Libia, incluyendo al menos 30.000 en Derna, 3.000 en Al Baida y 2.195 en Bengasi.
Esta agencia de la ONU estima que hay 884.000 personas damnificadas directamente por esta catástrofe. AFP