El 55% del alumnado de preescolar y básico está siendo afectado en la adquisición de nuevos y sólidos conocimientos, de acuerdo con un informe elaborado por la empresa Kumon.
Según el documento, apenas el 25% de los alumnos en América Latina aprovechan las clases a distancia y el 98% de los niños de preescolar requieren de un adulto para asistirlo y apoyar en su desempeño académico, por lo que es necesario fortalecer sus habilidades y motivación para estudiar. En preescolar es el momento óptimo para fomentar el hábito de estudio y dominio de las matemáticas, ya que es una de las asignaturas que mayor reto representa, dijo Daniela Rosales, gerente de Kumon México.
Destacó que el último informe de PISA 2018 colocó a México en los últimos lugares entre los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). De acuerdo con los resultados, la mitad de los estudiantes mexicanos no alcanza niveles suficientes para desenvolverse en la sociedad: el 45% no logra los aprendizajes suficientes en Lectura, 56% en Matemáticas y 47% en Ciencias.
Esto se puede revertir desde nivel preescolar donde es fundamental que los niños tengan las bases para el desarrollo de hábitos de estudio y dominio de las Matemáticas, dijo Rosales. Los niños de preescolar y nivel básico son los que más necesitan fortalecer sus habilidades de estudio pues se ha detectado que en este grupo hubo una mayor deserción escolar a causa de la pandemia. Por ello, desde preescolar se puede anticipar y dar al menor las herramientas para el dominio de las matemáticas, que le servirá para otras asignaturas y en su vida futura no será un impedimento incluso para elegir una carrera universitaria que les apasione.
Las restricciones para las zonas en alarma incluyen la suspensión de las clases presenciales, una medida que el presidente de Argentina, Alberto Fernández, ya había adoptado el 9 de abril pero que generó una disputa judicial aún no resuelta con el Gobierno capitalino, a cargo del opositor Horacio Rodríguez Larreta.
En tanto, al menos diez colegios privados y cinco universidades suspendieron sus clases presenciales en Nicaragua.