Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, el gigante asiático tendrá una expansión estimada del 1,9%, a la que se sumará un crecimiento del 8,2% en 2021, indicó el ente en su informe de Perspectivas Económicas Globales. El Fondo eleva así en nueve décimas sus previsiones para el gigante asiático este año, al destacar la “rápida recuperación” de su economía en el segundo trimestre, y deja sin cambios las de 2021.
Liderado por el presidente Xi Jinping, China, muy criticada por oenegés como Human Rights Watch, acaba de ingresar al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en una elección muy cuestionada. Se trata de un paso más de Pekín dentro del organismo mundial, en donde sus representantes ya ocupan otros importantes espacios.
“Lo que vemos desde hace más de diez años, y especialmente desde 2012, con Xi Jinping, es un impulso de la diplomacia china a la reestructuración de la gobernanza global”, dijo a la AFP la analista Alice Ekman, encargada de Asia en el Instituto de la Unión Europea para Estudios de Seguridad.
Funcionarios chinos han tomado posiciones en los últimos años al frente de agencias de la ONU, a medida que el país destina crecientes recursos para tejer un entramado de relaciones financieras y militares internacionales cada vez más amplio.
Junto con su disponibilidad para un número cada vez mayor de misiones de mantenimiento de la paz, Pekín se ha convertido en el segundo mayor contribuyente financiero de la ONU, por detrás de Estados Unidos.
Y ejerce una influencia financiera creciente en numerosas agencias de Naciones Unidas, a medida que Estados Unidos la va perdiendo.
“Cuando se asiente el polvo de la pandemia, veremos que China emerge como el actor más poderoso en la escena mundial”, por encima de unos Estados Unidos y una Unión Europea (UE) que han mostrado sus debilidades, declaró a EFE Kevin Casas-Zamora, secretario general de la organización intergubernamental IDEA Internacional. “No es una buena noticia para los que defendemos el avance de la democracia”, sentenció.