Pekín, 28 ago (EFE)
“Hay un grupo de fuerzas del Movimiento del Turkestán Oriental que intenta crear violencia y separar China. Y en este sentido, las autoridades actúan de acuerdo con la ley”, señaló hoy el portavoz de turno de esta cartera, Qin Gang, en rueda de prensa.
Qin respondía así a un informe del Congreso Mundial Uigur, un grupo exiliado en Alemania, en el que señala que en las últimas semanas más de mil uigures, etnia de lengua turcomana y credo musulmán que habita en la región occidental de Xinjiang, fueron arrestados, entre ellos cien menores.
Las medidas enérgicas contra los grupos separatistas, que Pekín señaló como autores de los ataques perpetrados contra fuerzas chinas en Xinjiang durante los Juegos Olímpicos, “no tienen nada que ver con la persecución o represión de los uigures”, agregó el portavoz.
Según el Congreso Mundial Uigur, ayer se produjo un nuevo ataque con arma blanca en Xinjiang en el que murieron dos policías chinos y otro siete resultaron heridos, un ataque del que Qin dijo no tener información.
Pekín desplegó durante los Juegos, que se celebraron del 8 al 24 de agosto, masivas medidas de seguridad para prevenir cualquier incidente por parte de estos grupos “separatistas”, a los que incluso ha acusado de estar llevando a cabo una “guerra santa” contra la mayoría étnica china Han.
El Movimiento del Turkestán Oriental no llevaba a cabo ningún ataque en China desde 1997, y a partir del año 2003 el gobierno chino ha combatido a estos grupos con mano dura, después de conseguir que fueran incluidos en la lista de terroristas internacionales, ejecutando a los que consideraba “cabecillas” del movimiento.
Sin embargo, el 4 de agosto se produjo un ataque con bombas caseras y cuchillos en la ciudad xinjianesa de Kashgar en el que murieron 16 policías, y otro tanto sucedió el 10 de agosto, cuando se produjeron ataques con explosivos en Kuqa, en los que murieron diez asaltantes, según las autoridades chinas.
Ningún grupo terrorista ha reclamado la autoría de estos ataques, y el Congreso Mundial Uigur dijo no tener nada que ver con ellos, a pesar de que Pekín insiste en que se trata de ataques terroristas.
Unos 20 millones de uigures habitan la región de Xinjiang, rica en recursos naturales necesarios para el crecimiento chino y que en el pasado disfrutó de periodos de autonomía.
Organizaciones como Amnistía Internacional aseguran que el gobierno chino lleva a cabo en esta región una campaña de represión cultural y política similar a la llevada a cabo en el Tíbet, con ejecuciones sumarias, torturas y otras violaciones de derechos humanos para reprimir cualquier atisbo de levantamiento.