China volvió a alzar el tono ayer en su guerra comercial contra EEUU, rechazando su responsabilidad en el fracaso de las negociaciones con Washington y sin dejar entrever una salida a la crisis en el corto plazo.
En cuestión de días, Pekín pasó claramente a la contraofensiva, casi un año después de su enfrentamiento económico con Washington, con amenazas de embargo a ciertos metales, lista negra de empresas extranjeras, alza de aranceles y retórica de guerra.
Respecto a la fricción comercial iniciada por EEUU, “si EEUU quiere hablar, mantendremos la puerta abierta. Si quieren luchar, estamos listos”, dijo el general Wei Fenghe ante un foro de seguridad internacional en Singapur, el diálogo de Shangri-La. Un mes después de que las negociaciones comerciales fracasaran en Washington, Guo consideró desde Pekín que EEUU carga con la total responsabilidad de este revés por haber modificado sus exigencias en varias ocasiones.
El gobierno chino afirmó que las negociaciones se reanudarían en Pekín en una fecha por definir, pero en la conferencia no hizo referencia a posibles citas. Guo aseguró que no disponía de informaciones sobre un encuentro bilateral entre Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, a finales de junio en Tokio, al margen de la cumbre del G20. AFP