AFP
PEKÍN
En su ofensiva arancelaria global, el presidente estadounidense, Donald Trump, puso un especial énfasis en China, gravando muchas de sus importaciones con gravámenes de hasta el 145%.
El gigante asiático no se amilanó. Aunque se dijo abierto al diálogo, respondió con tarifas del 125% sobre las importaciones estadounidenses y advirtió que está dispuesto a luchar hasta el final en una guerra comercial.
Desde entonces, Trump eximió de aranceles a productos como teléfonos inteligentes, semiconductores y computadoras y aseguró en varias ocasiones que las autoridades chinas se habían puesto en contacto para negociar.
Sin embargo, el Ministerio de Comercio de China aseguró que fue la parte estadounidense quien dio el primer paso hacia un eventual diálogo.
“Estados Unidos ha tomado recientemente la iniciativa en muchas ocasiones de transmitir información a China a través de las partes pertinentes, diciendo que esperaba hablar con China”, afirmó en un comunicado.
“China está actualmente evaluando esto”, agregó.
Pero antes de sentarse a hablar, Pekín reclama pasos a Estados Unidos que demuestren sus buenas intenciones.
“Si Estados Unidos quiere hablar, debe mostrar su sinceridad para hacerlo, estar dispuesto a corregir sus prácticas equivocadas y cancelar los aranceles unilaterales”, dijo la cartera de Comercio.
A principios de abril, Trump impuso un gravamen universal del 10% a todas las importaciones y “aranceles recíprocos” adicionales a muchos países para teóricamente compensar los desequilibrios comerciales.
Poco después decretó una suspensión de 90 días de estas tarifas recíprocas a decenas de países, pero las aumentó para China como castigo por haber tomado medidas de represalia contra las importaciones estadounidenses.
“La posición de China ha sido siempre perfectamente consistente”, insistió este viernes el Ministerio de Comercio. “Si hay lucha, lucharemos hasta el final. Si es diálogo, la puerta está abierta de par en par. La guerra arancelaria y la guerra comercial fueron iniciadas unilateralmente por la parte estadounidense”, subrayó.