El viejo vertedero municipal de Ciudad del Este (CDE), ubicado a 8 kilómetros de la ruta 7, a la altura del km 12, lado Monday, urge ser sometido a trabajos para lograr la recuperación ambiental para su correspondiente clausura.
En tiempos de mucho calor se incendia con facilidad y expide constantemente gas metano. Sin duda, se trata de uno de los desafíos pendientes de solución que tiene la actual intendenta municipal, Perla Rodríguez de Cabral.
En casi toda su superficie, la montaña de basura expide columnas de humo desde hace más de seis meses, según el poblador Gerónimo Domínguez. El humo baja a la superficie cuando cae la tarde y cubre con un manto gris el vecindario, compuesto en su mayoría por indígenas que se asentaron en el lugar para trabajar como gancheros.
Este vertedero, que tuvo 33 años de servicio, cumplió su vida útil, por lo que debe ser clausurado y sometido a trabajos de remediación ambiental. No basta con solo dejar de utilizarlo, se tienen que hacer actividades para mejorar el lugar y realizar el cierre que la ley ambiental impone a las municipalidades de la República.
El año pasado se remitió a la Junta Municipal el pliego de bases y condiciones para el llamado a licitación para adjudicar a una empresa el trabajo de remediación ambiental, pero fue rechazado por el legislativo debido a las dudas que se generaron en torno al costo, comentó el concejal municipal Teodoro Mercado.
El monto estimado de inversión era de G. 30.415 millones. Unos G. 9.000 millones que iban a ser utilizados del presupuesto 2018 y unos G. 21.290 millones del presupuesto 2019. Técnicos de la Comuna explicaron en su momento que el costo se estableció a partir de datos recabados en empresas que realizaron una tarea similar en otros municipios.
“Ese es un tema pendiente. Hemos rechazado el pliego de bases y condiciones por el costo que nos presentaron. Ese proceso nunca concluyó y es un tema que se debe solucionar”, admitió el concejal Mercado al recodar que es una de las herencias que deja la administración de los Zacarías.
Técnicos de la Comuna realizaron un proyecto tras una auditoría ambiental, con autorización de la entonces Secretaría del Ambiente (Seam). Según el proyecto remitido a la Junta Municipal, se tenía la licencia ambiental para el llamado a licitación pública nacional, conforme a la ley de impacto ambiental.
El proyecto presentado para la remediación ambiental de las 10 hectáreas contempla la reconstrucción y recomposición, dejando el lugar en su estado natural, con un escenario paisajístico ecológico, que servirá a la población para fines educativos y científicos.