CIUDAD DEL ESTE
La Policía del Alto Paraná tiene montado al menos 9 retenes de controles preventivos sobre la Supercarretera de la Itaipú en una distancia de 110 kilómetros, que son utilizados por los agentes presuntamente para extorsionar a ciudadanos brasileños que ingresan al país con vehículos con chapa del Brasil.
Así denunciaron el ingeniero Rubén Sanabria, de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, y un grupo de productores y empresarios del rubro agrícola de San Alberto y Minga Porá, ante el comisario principal Adelide Brizuela, jefe de Policía departamental, hasta cuya sede de Ciudad del Este se desplazaron los afectados.
El jefe policial prometió que intervendrá en el caso y pidió a los afectados que denuncien este tipo de hechos, al facilitarles un número de teléfono al que podrán comunicarse directo con él. “Nosotros vamos a solucionar el problema, los controles van a continuar, son importantes, pero que se pida otra cosa está mal. Hay muchas cosas que ajustar todavía en la zona y estamos trabajando sobre eso”, dijo el comisario principal Brizuela.
“Lamentamos el hecho porque ésta en juego la imagen del país en el exterior, porque algunas de las víctimas son empresarios que viajaron a reunirse con los brasiguayos con intenciones de montar fábricas en el país, una de ellas con capacidad para dar 3 mil empleos”, afirmó ayer el ingeniero Sanabria, tras la reunión.
Existen al menos 9 puestos de control policial, instalados sobre la Supercarretera de la Itaipú Binacional entre el distrito de Hernandarias hasta la localidad de Troncal 3 del distrito de Minga Porá, que linda con el departamento de Canindeyú, según los denunciantes.
Los agentes se instalan en la entrada al centro urbano de Santa Fe del Paraná, a la altura de la colonia Maraca Mua, en una curva existente antes de llegar al centro urbano de la Colonia La Fortuna, antes de llegar al cruce de Itakyry y en el puesto policial del cruce, según el ingeniero Sanabria.
Los otros retenes funcionan en dos puntos del distrito de San Alberto y a la altura de la colonia Limoy de Minga Porá. Pero, todos tienen la misma debilidad, que no pueden ver vehículos con chapas brasileñas, según el denunciante.
Los agentes inventan cualquier contravención para exigir el pago de la coima que oscila entre 50 y 100 reales, equivalentes a 100 mil guaraníes y 200 mil guaraníes, respectivamente, siempre de acuerdo a la versión de los afectados. Los denunciantes citaron tres casos puntuales registrados en menos de un mes.