La nueva mesa directiva asume el 1 de julio y está liderada por el diputado del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) Carlos María López, quien llegó al trono por un acuerdo entre oposición y oficialismo, que golpeó fuerte a Honor Colorado, la bancada mayoritaria.
Ningún cartista ocupa esta mesa que, además, tiene como vicepresidente primero a Ángel Paniagua, de Fuerza Republicana; vicepresidenta segunda, Norma Camacho, del Partido Encuentro Nacional (PEN); secretarios parlamentarios, Freddy D’Ecclesiis y Hugo Ibarra, de Fuerza Republicana, y Sergio Rojas, del PLRA, llanista.
Alliana confirmó que luego de la sesión hará entrega del corte administrativo, asesorado por la Contraloría General de la República.
Estuvo en duda si cedería el poder a los electos, ya que hubo denuncias por parte de opositores de que se negociaban acuerdos para bajar a la nueva mesa directiva y volver a hacer la elección, alegando que la sesión preparatoria fue irregular por supuestamente no tener cuórum.
La interna colorada fue determinante para sacar de la silla a Alliana, que llevaba cuatro presidencias ganadas.
La jugada fue del vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, que sin recelo ofreció a los liberales la presidencia, con tal de restar fuerza a sus oponentes con miras a la elección interna del 18 de diciembre. Los cartistas no pudieron impedir la sesión del pasado 3 de marzo y, ante la desesperación, tensionaron los ánimos y avivaron confrontaciones a gritos, que por poco llegan a los golpes.
“aprendan a perder”. “Lastimosamente, Honor Colorado cree que la Cámara es un movimiento político. Honor Colorado no es la Cámara de Diputados, ¡la Cámara de Diputados es de la Nación paraguaya! Vendido sos vos a tu patrón, Bachi. La patria paraguaya es la que dirige, no la avenida España. Aprendan a perder!”, exclamó Sebastián Villarejo, del Partido Patria Querida.
Con la alianza entre el oficialismo y la oposición se formó una nueva mayoría anticartista, de unos 50 diputados, aunque no tiene tanta solidez ya que con frecuencia se dan fugas tanto de liberales como de la bancada de Fuerza Republicana. No alcanzó, por ejemplo, para el juicio político de la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, ni para aprobar el proyecto de ley que convierte en sujetos obligados del control de Seprelad a tabacaleras y clubes.
Pero sí se pudo aprobar la intervención de la Gobernación del Guairá.
Estos hechos políticos demuestran que la confrontación de ambos bandos de la Asociación Nacional Republicana (ANR) es meramente electoral.
El interés del oficialismo en Guairá se debe a la intención del diputado Éver Noguera de ser gobernador, mientras que en lo referente a intereses económicos, el apoyo continúa firme, como es el caso de la protección a las tabacaleras de Horacio Cartes, sospechadas de lavado de dinero.
el factor velázquez. El esfuerzo de Hugo Velázquez por impedir que Alliana vuelva a ser electo se debe a su candidatura a la presidencia de la República. Optó por entregar la Cámara a la oposición para debilitar al cartismo, un acto clave en un año electoral. Un mensaje simbólico también para la imagen de la chapa de Honor Colorado, conformada por Santiago Peña y Pedro Alliana, este último perdió su silla justo cuando más la necesitaba.
Pero la derrota coyuntural del cartismo no significa que se haya debilitado.
El líder de la bancada de Honor Colorado, Basilio Bachi Núñez, continúa afinando acuerdos para cada proyecto con liberales y oficialistas.
Igualmente, sigue sumando miembros. Recientemente, la diputada Guadalupe Aveiro se pasó a Honor Colorado, que oficialmente tiene 26 integrantes, ya que Ulises Quintana se lanza de independiente para la imagen pública, pero es sabido que tiene gran afinidad con este bloque.
Fuerza Republicana, no obstante, cuenta con 16 miembros; el PLRA tiene 29 y el tercer espacio, ocho.