25 abr. 2024

Carta a un adulto mayor

La escribo con todo cariño y sintiéndome uno más de esa generación, pero con el temor de que por dificultades de vista no todos lo lean. Por eso ruego que algún familiar cercano le diga de palabra lo que escribo.

Ante todo, es para mí una gran alegría el poder escribir esto. No voy a decir nada nuevo, sino simplemente lo que ustedes y yo vivimos a esta edad, lo que necesitamos y lo que a todos los más jóvenes todavía podemos dar.

Conforme aumenta nuestra edad y queda más lejos la fecha de la jubilación, nos puede resultar más difícil contestar a la pregunta: ¿cuál es tu profesión? De la que ejercimos ya somos unos ex, aunque el aprendizaje adquirido en ella forme parte de nuestra biografía.

Identificarnos, los que estén jubilados, es reconocernos como sin profesión. ¿No es el tiempo para descubrir –si no lo habíamos hecho antes, que nuestra más profunda y auténtica profesión que es la de vivientes? Las anteriores no pasaban de ser profesiones minúsculas que no desvelaban nuestra identidad más radical.

Pero ser vivientes no es fácil, hay muchos, jóvenes y mayores, que no pasan de ser sobrevivientes: personas que no han empezado a ser protagonistas de su propia existencia.

Hay los también vividores: solo piensan en sí mismos y emplean a los demás como meros instrumentos para sus fines; el goce inmediato, su nula resistencia a la adversidad y su incapacidad para la empatía les convierte en parásitos sociales.

Y, ¿ por qué no llegamos a ser vivientes auténticos que hagamos de la vida su profesión, al descubrir su sentido pleno: amar a quienes nos rodean, luchar por un mundo justo y merecer ser amados?

Pasar los ochenta y seguir adelante es entrar en el campo de la profundización. De buscar las causas últimas. Por eso en las culturas más antiguas los ancianos eran donde estaba la sabiduría vivida.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.