Los diputados han pateado el tema de los recortes con media sanción de senadores para finales del mes de mayo, en el ánimo claro y contundente de mantener sus privilegios por el mayor tiempo posible. Los de las binacionales se sustentan en la isonomía (que los de acá cobren igual que los de allá) cuando es posible comprobar en documentos oficiales que solo el chofer de Nicanor en Yacyretá gana tres veces más que el titular argentino de la contraparte. La abogada de Itaipú esgrime los argumentos de un abogado -conocido por haber hecho del Estado su nido de ocupación familiar- de que los contratos laborales no se pueden alterar y que la ley vale menos que el convenio firmado entre los dos países. Los planilleros se escudan detrás de los médicos, maestros y policías para afirmar que no se les puede reducir el 60% de sus salarios en coincidencia con la baja de pago impositivo del mes anterior. Son 320.000 y representan el voto duro de todos los partidos. El Frente Guasu que tuvo a la médica Lilian Soto al frente de la secretaria de la función pública durante la gestión de Lugo reconoce haber hecho ingresar 80.000 nuevos funcionarios durante sus 4 años de gestión. Eso es un cuarto de todo el ejército de votos fieles a los que habría que sumar como mínimo otros cuatro miembros de sus familias que han jurado lealtad al nombrador. Este es el carnaval que nos cuesta más de 4.000 millones dólares anuales y que tiene que terminar.
A todo eso le sumamos al otro sector de las carnestolendas: Las compras de bienes y servicios y ahí podemos concluir con claridad que el Estado no nos pertenece a los contribuyentes si no que es un botín al servicio de la gavilla que accede al poder. En este rubro hay como mínimo 50% de sobrefacturación en todo lo que se compra además de la irracionalidad en su procedimiento. Los almuerzos escolares son concedidos a empresas ubicadas en Asunción para ser entregados a lugares que quedan a 300 kilómetros del lugar de producción. Eso hace que el costo del plato sea como mínimo el doble cuando pudiera radicarse en lugares cercanos dando ingresos a los productores y a las empresas locales que brinden el servicio. Se roba en todo. Insumos y medicamentos, ladrillos, cementos, varillas, kits escolares, combustibles... son parte de un despilfarro que nos empobrece y nos debe molestar.
El carnaval del Estado de salarios y de compras tiene que acabarse y los que simulan la reforma del aparato burocrático deben saber que no somos tontos en creer unas promesas que no pretenden jamás ser cumplidas porque claramente van en contra de su genética, sus intereses y sus familias.