Alcaraz, de 19 años y primer favorito en Barcelona, solo tuvo algunas dificultades al principio, pero pronto encontró la manera de hacer daño al griego, principalmente con una buena colección de dejadas, uno de sus golpes favoritos.
“Hoy he estado fluido y relajado, he sentido los golpes, he estado yo. Era un momento en el que tenía que hacerlo para ganar la final. Lo conseguí con creces y estoy muy contento”, dijo el español cuando fue entrevistado, nada más al finalizar el partido final, por el ex jugador y compatriota Álex Corretja.