El brasileño Anderson Ferreira Goularte, alias Baixiño o Hulk, manejaba la facción criminal Taura, con sede en la ciudad de Pelotas, Rio Grande do Sul, Brasil, a través de comunicaciones por WhatsApp, en las que ordenaba ejecuciones y dirigía el tráfico de drogas desde el Paraguay. Es buscado en su país por al menos 40 ejecuciones, por tráfico de estupefacientes y robos, con 20 órdenes de captura, según las autoridades intervinientes.
Su principal actividad fue el tráfico de drogas, pero también adquirían armas de guerra, que fueron incautadas de algunos de sus miembros, informaron ayer. Ferreira Goularte fue expulsado del país ayer por violación de la Ley de Migraciones y entregado a las autoridades brasileñas.
Ferreira Gularte fue detenido junto a su pareja, Renata Vieira de Oliveira, en una vivienda del barrio Caacupemí de Presidente Franco. Se trata de una de las cuatro casas alquiladas, que fueron allanadas en forma simultánea por los fiscales Denice Duarte, Juan Ledesma, Analía Rodríguez y Julio Paredes.
Entre los hechos atribuidos al ahora detenido se hallan homicidio simple, homicidio calificado, robo, robo agravado, narcotráfico y afines, extorsión, estafa y crimen contra el patrimonio, según datos de los investigadores.
El forajido logró evadirse durante tres años de la Policía brasileña, pero pudo ser detenido luego de que agentes del Combate al Crimen Organizado de la Policía Civil de Pelotas lograra identificar los números de teléfonos que utilizaba desde el Paraguay.
NARCOTRÁFICO. “Las acciones criminales de él estaban enfocadas en Pelotas, por eso pasó desapercibido en el Paraguay. Continuó controlando gran parte del tráfico de drogas en Pelotas, en los últimos meses, estuvo involucrado en el envío de cocaína a Europa. Además de su participación intensa en los homicidios, también participaba en el tráfico de drogas”, afirmó el delegado Rafael Lopes, del Combate al Crimen Organizado de Pelotas.
El líder de Taura aparece como el mandante de la ejecución de tres familiares de su pareja en el barrio Fragata de Pelotas, que fueron atacados por sicarios en motocicleta el 11 de mayo pasado. Las víctimas eran sus cuñados, que fueron asesinados porque su ex pareja, quien era el objetivo, no se encontraba en la casa, según los investigadores. “Sus excesos estaban causando conflicto interno en la facción, como el haber ordenado la muerte de sus familiares”, reveló Lopes, quien dijo que últimamente cometió muchos errores que ayudaron a su localización.
Anderson Ferreira Gularte se había evadido de la penitenciaría de Pelotas al ser rescatado por una banda que embistió la muralla del penal con un camión de gran porte. El hecho ocurrió en agosto del año 2016 y desde esa vez estuvo prófugo y los investigadores presumen que se dirigió al Paraguay, para seguir operando en la marginalidad.
Nueva facción en la frontera
La facción criminal Taura se dedica al narcotráfico y robo. Es una nueva facción que aparece en el Paraguay, liderada por delincuentes brasileños. Utiliza como símbolo el tatuaje del personaje de dibujo animado Taz con un arma de fuego en la mano, de uso obligatorio entre sus miembros, y opera en la prisión de Pelotas, Rio Grande do Sul.
La facción estaría integrada por más de 600 miembros y la traición es castigada con la pena de muerte. Los miembros en libertad están obligados a colaborar en el financiamiento de la organización y no son admitidos estupradores y quienes matan a niños.
Entre los elementos incautados se halla un teléfono celular que se autodestruyó unos cinco minutos después de que la comitiva capturara al marginal. El teléfono produjo una explosión interna y se incendió.