Aunque los actos masivos están aún restringidos por la pandemia del Covid-19, muchos candidatos que concurren a las elecciones generales del próximo 18 de octubre han insistido en realizar caravanas de vehículos y caminatas, entre otras actividades en las que se cuida poco la bioseguridad.
Uno de los más activos fue el ex ministro Luis Arce, postulante presidencial por el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, que este domingo visitó la populosa Feria 16 de Julio, un enorme mercado callejero que se instala dos veces por semana en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz.
Los candidatos a diputados de la alianza Comunidad Ciudadana (CC), que postula al ex presidente Carlos Mesa, también tuvieron caravanas y caminatas en el Sur, Norte y Oeste paceños.
HABRÍA SEGUNDA VUELTA. Arce aparece como favorito en las encuestas preelectorales, aunque sin la ventaja suficiente por ahora para lograr el triunfo en primera vuelta, seguido por Mesa, con quien podría disputar la presidencia en una segunda.
La Constitución y la ley electoral bolivianas establecen que para ganar en primera vuelta se debe obtener el 50 por ciento más uno de los votos, o al menos el 40 por ciento con una ventaja de diez puntos porcentuales por encima del segundo más votado.
Además de Arce y Mesa participan otras cinco candidaturas, incluido el ex líder cívico Luis Fernando Camacho, tercero en las encuestas, mientras que los restantes no llegan al 5 por ciento de la preferencia.
ALERTA. La campaña ha transcurrido con episodios de agresiones a candidatos, enfrentamientos entre militantes de distintos partidos y acoso a un responsable del órgano electoral.
Esto llevó a que la Unión Europea, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Iglesia católica lanzaran una alerta por el “clima de tensión y confrontación política” en el país, con un pedido a que el proceso electoral transcurra de forma pacífica.
Las tres entidades han acompañado desde hace un año los distintos diálogos entre los actores políticos para superar crisis como la ocurrida tras las fallidas elecciones de 2019, o los recientes conflictos registrados en agosto pasado.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ya reclamó anteriormente, desde comienzos de setiembre, que acaben los episodios violentos, como también demandaron entidades como la Defensoría del Pueblo.
Posconfinamiento
Bolivia vive un periodo de “posconfinamiento” desde septiembre, luego de estar más de cinco meses entre cuarentena rígida y flexible, para empezar ahora a reactivar su economía. Los reportes diarios del Ministerio de Salud desde hace semanas están lejos de aquellos con más de un centenar de fallecidos y 2.000 contagios en algunas jornadas de julio y agosto. No obstante, el Gobierno expresó su preocupación por la curva ascendente de casos en la región sureña de Tarija.