Reuters
Francia
El centrista francés Francois Bayrou anunció el sábado que competirá en la elección presidencial del país, dominada ampliamente por la candidata socialista Segolene Royal y su rival conservador Nicolas Sarkozy.
Bayrou, que obtuvo el 6,8 por ciento de los votos en las elecciones del 2002, se presenta como un independiente de la política de izquierda versus derecha y pide “otro camino”, inspirado en la gran coalición de la vecina Alemania.
“No podemos continuar con la guerra civil ridícula y sorda de una mitad del país contra la otra”, dijo Bayrou, presidente del partido Unión por la Democracia Francesa (UDF), en una reunión con seguidores en su pueblo natal del sudoeste de Francia.
Bayrou se enfocó en temas como la seguridad, el desempleo, el poder adquisitivo y el medio ambiente. Dijo que la falta de progreso en estas áreas bajo gobiernos de izquierda y derecha demostraba la necesidad de un nuevo abordaje.
“Si soy elegido, nombraré un equipo pluralista y equilibrado en el gobierno: demócratas, mujeres y hombres de diferentes orígenes y con la misión de implementar el mismo proyecto republicano, no a pesar de sus diferencias sino a partir de ellas”, dijo.
Bayrou y su partido luchan por destacarse. Su UDF se retiró de una alianza con el partido oficialista de Sarkozy, Unión por un Movimiento Popular (UMP), pero uno de sus miembros es el ministro de Cultura actual.
Una encuesta de IFOP sobre 901 personas para el diario Journal du Dimanche situó su apoyo en un 9 por ciento, detrás del líder de extrema derecha Jean-Marie Le Pen con el 12 por ciento, de Sarkozy con el 30 por ciento y de Royal con el 31 por ciento.
Se espera que Sarkozy, el actual ministro de Interior, gane la nominación en el congreso del partido UMP del mes próximo, mientras Royal ya la obtuvo en elecciones internas del partido Socialista el mes pasado.
Pero Bayrou refirió que las últimas elecciones en Alemania, Austria y Holanda demostraron que estaba emergiendo una tendencia a elegir gobiernos con bases amplias, lo cual lo conduciría al poder.
“En todos lados a nuestro alrededor, los pueblos, contra todos los pronósticos, están imponiendo esta opción a aquellos que los gobiernan, incluso si aquellos que gobiernan son recalcitrantes”, dijo. “Pasará también en Francia”.