De hecho, un número ínfimo de las legaciones diplomáticas del país funcionan en inmuebles de propiedad del Estado. De las 41 embajadas del país, solo las de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Uruguay, Estados Unidos y Sudáfrica cuentan con sede que pertenece al Estado paraguayo. El resto funciona en edificios alquilados.
Esta situación también afecta a los consulados (ver infografía). Según el viceministro Arriola, el objetivo es ir consiguiendo que las ciudades donde se hallan asentados los consulados donen o faciliten la compra de un terreno para que el Estado paraguayo construya el local para su consulado. “El canciller estableció entre las prioridades disponer de sedes propias”, indicó Arriola. Pero también ordenó un inventario de los inmuebles que actualmente posee el Estado en el exterior para ver en qué condiciones se hallan y qué precisan que se realice para su puesta en valor.
Con ese objetivo está en pleno proceso la reorganización y fortalecimiento de la Inspectoría General del Servicio Exterior, que depende del Ministerio de Relaciones Exteriores, una de cuyas funciones es examinar los informes que presentan los embajadores y cónsules, pero también ver la situación de infraestructura, explicó el viceministro.
“Constantemente preguntamos a los embajadores en qué situación están los edificios que ocupan. Como son pocas las propiedades, podemos tener un control más específico de la situación en sí”, sostuvo.
Nueva sede. Otra prioridad es la construcción de una nueva sede para la Cancillería Nacional. Un edificio que concentre todas las dependencias del Ministerio de Relaciones Exteriores, que actualmente se hallan emplazadas en varios locales alquilados. “Básicamente estamos en negociaciones con la Municipalidad de Asunción. Se busca un espacio que no estaría lejos del Palacio de Gobierno. La nueva sede se hará en la zona donde el Ejecutivo y la Municipalidad decidan construir la franja de ministerios”, informó.