Con esto, Soares quiere demostrar que no existió financiamiento del empresario Horacio Cartes.
“Ellos decían que el tema de la casa era un invento mío, que no era mi casa, que sí era, que yo mentía. Ya le mostré a la fiscala una conversación que tengo en WhatsApp con la señora que se quedó con mi casa, que es la usurera”, comentó Soares.
Según indicó, la mujer le decía que estaba cansada de no recibir respuesta de Marcelo Mancuello (ex jefe de Gabinete de Mario Ferreiro), quien firma actualmente el contrato de alquiler de la casa donde vive Soares.
La usurera le reclama tres meses de atraso y le advierte que si no hacía algo, perdería su casa.
Soares se desmarca de este modo de las acusaciones surgidas luego de que se revelaran audios donde se escucha su voz supuestamente hablando de una financiación del sector tabacalero vinculado a Cartes.
Los audios salieron a luz después de que Soares denunciara ante la Fiscalía una supuesta recaudación paralela en la Municipalidad de Asunción que derivó en la renuncia de Mario Ferreiro de la intendencia. En su lugar asumió Óscar Nenecho Rodríguez.
Una comitiva del Ministerio Público allanó la oficina de Mancuello. Las investigaciones iniciales se dieron sobre un supuesto caso de tráfico de influencias y coacción que involucra a funcionarios comunales.
Posteriormente, la Fiscalía comenzó a indagar sobre un supuesto grupo de recaudación paralela integrado por cercanos al intendente Mario Ferreiro, entre ellos, la ex diputada Rocío Casco y el ex director de Recursos Humanos de la Municipalidad, Aureliano Servín.
Ambos denunciaron ayer manipulación de las evidencias.
Por su parte, el Partido Movimiento al Socialismo (P-MAS) resolvió, tras la serie de hechos que involucran a su líder, Camilo Soares, y a ex altos dirigentes, realizar una auditoría interna.