17 jun. 2025

¿CAMBIO DE PROTAGONISTAS O PROTAGONISTAS DEL CAMBIO?

En perspectiva

Lugo pensando

Sábado|15|NOVIEMBRE|2008

Quizás ésta sea una de las preguntas más adecuadas al momento de analizar los 100 días de gobierno de Fernando Lugo o al intentar descubrir las razones por las cuales ciertos problemas o conflictos en Paraguay parecen eternos.

Y es que sin un protagonismo real, asumido por cada individuo, con plena conciencia, a través de un proceso y adecuada ayuda, los cambios -o por lo menos los verdaderos y duraderos- se vuelven imposibles.

Es de necios pensar que la renovación y la mejoría de nuestro querido país vendrán servidos en bandeja, o exclusivamente de la mano de un gobernante y de su equipo, por más iluminados o bien intencionados que sean. Hay cosas que necesariamente corresponden a cada individuo y a nadie más, no hay vuelta que dar. Es una cuestión de lógica, una cuestión natural.

Y es justamente con una conferencia que lleva ese título: "¿Cambio de protagonistas o protagonista del cambio?”, que este martes 19 llegan al país dos figuras notables en este campo: Marcos Zerbini, diputado por la Asamblea Legislativa del Estado de São Paulo, y su esposa, Clauza Ramos, presidenta de la Asociación de los Trabajadores Sin Tierra de Brasil.

Juntos han logrado -a lo largo de los 20 años de existencia de la Asociación- que cerca de 100 mil personas de las favelas accedan a un pedazo de tierra y construyan casas decorosas y de su propiedad.

Experimentando el valor de cada persona, y aprendiendo a mirarlas según sus exigencias humanas, fueron avanzando, y de las tierras y viviendas pasaron a cubrir las necesidades de educación, salud y hasta de autoestima de sus asociados (han conseguido que peluqueros de barrios ricos lleguen a las favelas para ofrecer atención gratuita a señoras y ancianas abandonadas). El trabajo que realizan es un ejemplo concreto de los logros que pueden alcanzarse cuando hay cooperación entre la sociedad civil, el sector privado y el Estado.

La diferencia es clara, y demuestra que vale sumergirse en la realidad y abrazarla; porque mientras los protagonistas generan cambios y crecen, a los demás sólo les queda reducirse a la espera, a veces inhumana, desde limitados espacios y penosas circunstancias.