El ejecutivo sostuvo este pronóstico en el hecho de que desde mayo se están flexibilizando las medidas de restricción a la actividad social y productiva, con la cuarentena inteligente, e informó que la entidad donde se desempeña pronostica una contracción de -1,5% del producto interno bruto (PIB) de Paraguay para el 2020, un pronóstico menos pesimista que el -2,5% que maneja el Banco Central del Paraguay (BCP).
Sanguinetti colocó a Paraguay entre los países con paquetes fiscales más pequeños para enfrentar la emergencia sanitaria, con recursos que representan el 2,8% del PIB, mientras que en el caso de Chile llega a 12%. Para avanzar en la recuperación económica, instó a apostar por la inversión en infraestructura y acudir preferentemente a fondos de organismos multilaterales, a fin de que la deuda sea sostenible.
En temas de políticas más transversales en favor de la productividad, más allá de la infraestructura o la inversión pública, sugirió mejorar la competencia y el desarrollo financiero. “Paraguay es el segundo país en términos de malos indicadores de desarrollo financiero en Sudamérica, las políticas de garantías (como Fogapy) pueden ayudar mucho en eso”, expresó.
Por otro lado, apeló a que las políticas de expansión de la demanda agregada, que se prevé se implementen desde el Gobierno, incentiven la creación de empleos y reduzcan la informalidad laboral.