Vanessa Rodríguez
CAAPUCÚ
Por un lado, están quienes respaldan la gestión del intendente Gustavo Penayo Arce, a quien describen como un líder dinámico, con visión de desarrollo. Estos apoyan su decisión de hacer público el descubrimiento, con la esperanza de que eso atraiga inversión y progreso para la comunidad.
Pero del otro lado no faltan las críticas. En redes sociales, muchas voces cuestionan la “imprudencia” del jefe comunal por divulgar la noticia. Algunos lo acusan de haber sido “demasiado bocón”, temiendo que ni el dueño de las tierras ni la comunidad obtendrán beneficios reales de la posible explotación del yacimiento.
ENTUSIASMO APAGADO. Según fuentes cercanas al Municipio, al principio el intendente mostró mucho entusiasmo al anunciar que el hallazgo se produjo mientras se realizaban perforaciones en busca de agua.
Sin embargo, tras una reunión con representantes del Ministerio de Minas y Energía, la ilusión pareció desinflarse: Desde la institución le recordaron que el subsuelo pertenece al Estado paraguayo, y que no había garantía de participación económica para la Comuna ni para el propietario del terreno.
“El intendente estaba muy entusiasmado cuando informo del hallazgo a través de los pozos en busca de agua, pero se desilusionó cuando desde el Ministerio de Minas le informaron que esto es del Estado paraguayo y que no podían forzar ningún acuerdo de porcentajes para la Comuna ni para el dueño de las tierras y entonces decidió no brindar más información”, dijo una fuente cercana al mismo.
RUMIAR DE LOS CURIOSOS. Días después, funcionarios del Ministerio de Obras Públicas y accionistas de la mina de Paso Yobái llegaron hasta el Municipio. Sin embargo, no obtuvieron mayores datos; el intendente se mostró esquivo y hasta inubicable. Según un secretario municipal, minutos antes de la visita “se había retirado a realizar trabajos”. Se intentó comunicar con él, pero su celular estaba apagado.
Mientras tanto, los rumores se multiplican. “Todos los días llega gente extraña y periodistas. Van a mirar la cantera, pero ahí no es”, relató una vecina de la zona de la casa parroquial. “Yo sí creo que hay oro, incluso en mi casa hay, pero por falta de medios no extraigo. Acá hay oro y otros minerales”, aseguró.
EL REINO DEL MISTERIO. Consultada la Comisaría local, los agentes aseguraron que, hasta ahora, no hay movimientos fuera de lo normal, aunque admiten que se analiza la creación de una comisión de seguridad ciudadana ante el creciente interés externo.
Esta corresponsalía de ÚH también se comunicó con los concejales Julia Armas y Hernán Olabarrieta, quienes reconocieron no contar con información suficiente. “Solo el intendente maneja los detalles”, indicaron.
Por ahora, la situación sigue envuelta en un manto de incertidumbre. Lo más curioso; aún no se ha confirmado oficialmente ni un solo gramo de oro extraído, pero la polémica ya está desatada. Entre silencio oficial y sospechas populares, la historia está lejos de terminar.
Lo que sí se supo es que en la zona de las compañías Capilla Tuja, Charara, Capillita, Ypucu y Mboi Kuatia, distantes una al lado de la otra, pero con extensos terrenos, albergan minas de oro que ahora guardan en celoso secreto, bajo siete llaves.