El presidente Fernando Lugo y su par de los Estados Unidos, George W. Bush, se reunieron ayer en la Casa Blanca. Ambos mandatarios se alabaron la posibilidad de fortalecer la cooperación norteamericana en materia comercial y cultural.
La conversación entre los jefes de Estado, que se desarrolló en el Salón Oval de la Casa de Gobierno, duró una hora. También participaron la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley.
Minutos después, Lugo y Bush ofrecieron una breve conferencia de prensa para evaluar el resultado de la reunión que mantuvieron.
Bush destacó la postura asumida por el ex obispo en su intención de impulsar un fuerte combate contra la corrupción. “No hay nada más desesperanzador que ver cómo un Gobierno trata de quedarse con el dinero de la gente”, reflexionó el presidente de los Estados Unidos, según la información difundida por las principales agencias internacionales de noticia.
CORAZÓN. El mandatario estadounidense en un momento dado dejó el inglés para pronunciar unas sencillas palabras en español. Describió a su homólogo paraguayo como una persona de “corazón grande” y que “está muy comprometido con el pueblo de su país”.
Bush, quien deja el cargo en menos de tres meses, expresó que en los pocos minutos que conversó con el ex obispo se dio cuenta de que es una persona que expresa mucha compasión por la gente y que es un elemento importante para el pueblo paraguayo, que inicia un nuevo camino en su proceso democrático.
INSTITUCIONALIDAD. Cuando le tocó su turno a Lugo dijo: “Muchas personas preguntaron, ¿por qué ahora? Yo creo que es muy importante visitar al presidente Bush en sus últimos días en la Casa Blanca porque creemos que debemos demostrarle al mundo la importancia de las instituciones democráticas”.
Reforzó su idea de luchar contra la corrupción y aseguró que ha buscado el poder para “devolver la dignidad a Paraguay como Nación”.
El presidente de la República dijo que desea que Paraguay ya no sea conocido “por su corrupción sino por su honestidad, su transparencia y la dignidad de sus personalidades en el Gobierno”.
Lugo apeló nuevamente a su antiguo estilo de pronunciar un mensaje religioso. Dijo que se involucró en la política paraguaya para cambiar la historia de su país.
“Venimos como cristianos, y creemos que es nuestro deber cristiano ayudar a los más pobres y necesitados”, aseveró el mandatario que está al mando del Palacio de Gobierno hace 73 días.
TURISMO PRESIDENCIAL
Tras conversar con el presidente de los Estados Unidos, Fernando Lugo realizó otras actividades en la ciudad de Washington. Almorzó con los estudiantes norteamericanos que forman parte de la organización internacional conocida como Cuerpo de Paz.
Allí conversó con los jóvenes que visitaron el país a fin de realizar una serie de actividades sociales, en el marco de intercambio estudiantil.
El mandatario paraguayo como todo turista fue a recorrer los lugares históricos de la ciudad norteamericana que concentra las instituciones estatales y los monumentos más importantes. Se maravilló de la Basílica de las Américas. Los funcionarios que lo acompañaron no desaprovecharon el paseo.
Luego, a la tarde mantuvo una reunión privada con un sacerdote del Verbo Divino (congregación a la que perteneció durante años antes de ingresar a la arena política). La delegación diplomática de Paraguay en Estados Unidos, encabezada por el embajador James Spalding, ofreció anoche una cena al jefe de Estado. En la ocasión, nuevamente se hizo un breve repaso de las principales agendas de prioridades con Norteamérica.