Justo Armando López Garcete (43), un radiólogo que cumplía funciones en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), falleció en la madrugada de ayer tras recibir un disparo letal, en un extraño episodio que está siendo investigado por la Policía y el Ministerio Público.
El profesional de blanco, según el reporte policial, estaba esperando un colectivo cuando el reloj ya marcaba las 01:30 de la madrugada, sobre la avenida Santísimo Sacramento casi Capitán Lombardo, sin saber que serían los últimos minutos de su vida.
A la hora que ocurrió el crimen muy poca gente circula por las calles. Sin embargo, un automovilista que estaba esperando en el semáforo habría escuchado el disparo y en su espejo retrovisor asegura haber visto la huida de dos hombres y a otro, y a la víctima, tendida en el piso.
El cuerpo del radiólogo fue encontrado tendido con una herida de bala en el cuello; a su lado estaba su billetera, con documentos varios y una pequeña suma de dinero.
Los intervinientes no hallaron su teléfono celular, por lo que se presume que el crimen se cometió con fines de robo, pero tampoco descartan otras posibilidades, indicaron fuentes policiales.
Bomberos voluntarios de la 2ª Compañía de Trinidad intentaron socorrer a Justo López con técnicas de reanimación, pero no pudieron evitar su deceso.
INVESTIGACIÓN. La fiscala María Bernarda Álvarez, que fue designada para investigar el caso, explicó que el hombre estaba compartiendo un evento familiar y en horas de la madrugada salió a esperar el bus.
Por el momento, las pesquisas apuntan a una muerte en medio de un asalto.
Señaló que cámaras de circuito cerrado instaladas en la zona serán cruciales para identificar a los sospechosos, detenerlos y ponerlos a disposición de los encargados del proceso.